Rayo Vallecano

2-4. Tarde de despedidas en Vallecas

El centrocampista de la Real Sociedad Markel Bergara pugna por el balón con el delantero del Rayo Vallecano, Alberto Bueno
El centrocampista de la Real Sociedad Markel Bergara pugna por el balón con el delantero del Rayo Vallecano, Alberto Buenolarazon

La derrota, con goleada incluida (2-4) ante la Real Sociedad, cerró un curso extraordinario del Rayo Vallecano, pero dejó un poso amargo en un fin de fiesta que para muchos supuso su último partido con la camiseta franjirroja. Vallecas acogió la última jornada de una temporada de ensueño para su equipo y por ello el ambiente que se respiraba era de fiesta, con un bonito colorido en las gradas del estadio y una buena afluencia de público, informa Efe.

Bajo el ambiente de fiesta, la tarde también tuvo ese sabor amargo que tienen las despedidas, sobre todo si algunas de ellas suponen decir adiós a algunos de los jugadores que mejores tardes de fútbol han dado en Vallecas en los últimos tiempos.

Uno de ellos es el delantero madrileño Alberto Bueno, al que dos temporadas le han bastado para dejar su nombre grabado con letras de oro en la historia del Rayo.

Con 28 tantos marcados en 73 partidos ligueros, el canterano del Real Madrid, que llegó al Rayo en 2013 después de una irregular campaña en el Valladolid, se ha convertido en el máximo goleador del club en Primera División, superando a Jon Pérez Bolo, que marcó 25 entre 1999 y 2003.

Su destino parece ser que está en el Oporto, en el que se reencontrará con el técnico Julen Lopetegui y con dos de sus compañeros esta temporada en el Rayo, Abdoulaye Ba y Licá, que han tenido un paso discreto por el equipo madrileño.

El que no ha dejado indiferente y sí se ha convertido en un jugador muy querido, tanto por su carácter como por sus filigranas, es Gael Kakuta. El extremo francés, cedido por el Chelsea, se ha convertido en uno de los jugadores más determinantes del equipo esta campaña y raro ha sido el partido que no ha puesto en pie a la afición de Vallecas con sus recortes por el carril izquierdo.

Con igual cariño será recordado el hispano-brasileño Leo Baptistao, el 'hijo pródigo' que en 2013 puso rumbo al Atlético de Madrid y que un año después regresó a Vallecas para reivindicarse como jugador. Tras un inicio de campaña prometedor, con siete goles y tres dobletes, las lesiones lastraron su rendimiento hasta el punto de acabar diluido por el empuje del venezolano Miku y el angoleño Manucho.

Los que no seguirán seguro son el lateral izquierdo argentino Emiliano Insua y el extremo derecho mexicano Javier Aquino, quiénes han tenido un paso discreto por Vallecas y de los que se esperaba mucho más. Su rendimiento, en algunos momentos por debajo de lo esperado, les ha hecho pasar bastantes minutos en el banquillo y su trabajo ha pasado prácticamente inadvertido.

Para otros como el angoleño Manucho, auténtico ídolo de la afición, que corea su nombre en cada partido, su futuro es una incógnita, puesto que acaban contrato y, pese a que la intención del club es prolongarlo, habrá que ver si ambas partes llegan a un acuerdo.

En el mismo caso está el central portugués Zé Castro, aunque en su caso su condición física, mermada por las lesiones, tendrá mucho que ver en la decisión que tomará en los próximos días.

Un año más, la última jornada en Vallecas ha sido de despedida. A la afición, como cada temporada, le tocará a partir de agosto renovar la ilusión con nuevos futbolistas ávidos de hambre por triunfar, en este caso a las órdenes del técnico Paco Jémez, artífice de los éxitos recientes del club y que seguirá al frente del equipo hasta 2016.