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Amancio: «Con el regate se nace»

Amancio, uno de los grandes regateadores de la historia del Madrid, y Onésimo alaban a Isco

Isco se ha convertido en la nueva estrella del fútbol español
Isco se ha convertido en la nueva estrella del fútbol españollarazon

«Se pueden enseñar algunos regates, algunas técnicas. A los chavales se les enseña la forma de regatear, cómo amagar, pero la mayoría de los regates son intuitivos, no se piensan, salen de uno, y luego cuando ya lo has hecho, no sabes cómo te ha salido. Con el regate se nace», cuenta Amancio, un futbolista que hizo disfrutar a los aficionados del Real Madrid con su habilidad con el balón pegado al pie. Santiago Bernabéu le fichó porque le consideraba imprescindible para el club. Jugó 14 temporadas y le llamaban «El brujo» por su capacidad para burlar a los rivales. Dejó huella porque hay futbolistas que entran por los ojos y se quedan en la memoria de los aficionados para siempre.

Desde Garrincha a Romario, son los que manejan la pelota de tal modo que no hay manera de quitársela. Como Isco ahora: «Disfruto viendo cómo controla el balón, cómo encara al adversario y cómo le engaña en la salida», cuenta Amancio. El andaluz vuelve mañana a jugar en el Bernabéu, un estadio al que tiene hipnotizado. Y no sólo a los aficionados del Madrid: en el último encuentro, en Elche, salió ovacionado pese a participar en los dos goles que recibió el conjunto local, como si el fútbol español tuviera ganas de volver a disfrutar de un jugador diferente. «A los que nos gusta el fútbol, disfrutamos de tipos como Isco», dice Onésimo, quizá el último gran exponente español de lo que pocos pueden presumir, el «dribling». «La manera que tiene de amagar y esa especie de molinillo que hace es como lo hacía Zidane», continúa Amancio, que hoy lideraría el ranking de regateadores. En el Madrid, ahí manda Isco, que en Liga hace un regate cada 12 minutos. Y casi todos con sentido. «El gran regateador tiene el control de la situación porque lleva la pelota pegada al pie. Ella no te domina a ti. Tú la dominas», continúa Onésimo. Y añade: «Isco no es un ejemplo de regateador por antonomasia: ése suele ser un extremo. Isco no es muy veloz y, además, tiene más último pase y más visión de juego que un regateador típico». Porque el centrocampista del Madrid brilla con sus regates, pero también es el segundo futbolista del equipo, detrás de Kroos, que más pases da por minuto, y a eso hay que sumar que ha dado seis asistencias. No es sólo un jugador habilidoso. Tiene un talento tan grande que supera el encasillamiento. Isco es el sexto de la Liga en regates por minuto y, además, es el único de esa lista que también está entre los diez primeros de media de pases (da uno cada minuto y medio). Es un futbolista completo, que influye en todo el juego. «Salvando las distancias, es parecido a Messi», asegura Onésimo. «Aunque –añade– a quien más se parece es a Iniesta».

Hacía mucho que el Madrid no tenía a un jugador así, tan distinto. Pasó Robinho, que regateaba mucho, pero con menos criterio y mucho más barroquismo. Ahora regatean Cristiano y Bale, pero es Isco quien ha hecho del «dribling» una manera de enganchar con el público. «Pero su mayor virtud es el control de balón. Lo hace de diferentes maneras y casi siempre consigue ventaja», añade Onésimo. Las dos estrellas extranjeras aprovechan su velocidad; el español necesita jugar de otra manera. «Los que tienen poderío físico se aprovechan de eso; los que corren, usan su velocidad; los que regateamos, lo utilizamos. Cada jugador aprovecha su cualidad y la intenta desarrollar», continúa Amancio, que también tuvo su momento de gloria, sobre todo tras un clásico en el que le hizo tres goles al Barça. «Cuando te ves confiado, sabes que los regates son tu fuerte y un alto porcentaje te sale».

Amancio reconoce que Isco regatea mucho, pero no se le parece: «Mi ‘‘dribling’’ era distinto, más de irme en velocidad. A Isco da la impresión de que aunque salga del regate no le importaría volver a encarar al mismo defensa». No lo hace porque ha añadido pragmatismo a su juego. Según sus amigos, ya no tiene que demostrar nada, como sí le ocurría la temporada pasada. «Pero –acaba Onésimo– es un jugador tan especial, que puede que en un par de meses esté en el banquillo».

La cena acabó de madrugada

La cena que la plantilla del Real Madrid celebró en la noche del jueves en un céntrico restaurante de la capital se prolongó hasta bien entrada la madrugada. Superadas las cuatro y media de la mañana, Sergio Ramos y Jesé fueron los últimos jugadores en abandonar el local en el que se citaron casi todos los futbolistas de la primera plantilla y ningún miembro del cuerpo técnico. La cena, impulsada por Sergio Ramos, aspira a servir para que el grupo se conjure para asaltar Liga y «Champions».