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Amanda Knox, al otro lado de la noticia

Absuelta de asesinato por el Supremo italiano, ahora escribe en un periódico y se va a casar con un músico

Amanda Knox junto a sus familiares y su novio, Colin Sutherland, nada más conocerse el fallo que le devuelve la libertad
Amanda Knox junto a sus familiares y su novio, Colin Sutherland, nada más conocerse el fallo que le devuelve la libertadlarazon

Tras salir de Italia, Amanda Knox tenía una cosa clara: que no volvería a pisar ese país. Knox supo dar un giro a su situación personal al pasar de estar acusada del asesinato de la estudiante británica Meredith Kercher a convertirse en periodista tras escribir un libro sobre los hechos por los que se centraron todos los focos sobre ella y su entonces novio italiano. El fallo del Tribunal Supremo italiano cuadra con el tipo de vida tranquila que lleva en la actualidad desde que regresó a Estados Unidos tras su absolución en 2011. Terminó la Universidad en el estado de Washington, en la costa oeste del país, y trabaja como periodista colaboradora en el «West Seattle Herald». Knox se especializó en Redacción Creativa. Siempre le ha gustado escribir. Y ahora que parecía que recuperaba su vida, no se le ocurrió un mejor momento para seguir sus sueños.

En 2013, publicó su un libro de memorias en el que explicó al público estadounidense la pesadilla que vivió en Italia. Por el título, le pagaron cuatro millones de dólares.

Ahora todo eso parece quedar atrás. Sobre todo después del fallo del viernes. Más que nunca mira hacia adelante. Sobre todo por su compromiso con Colin Sutherland, su actual novio, un músico al que conoce desde el instituto y con el que se va a casar.

Knox ahora lleva una vida más tranquila. No quiere saber nada de Italia. No piensa volver a ese país. Suele pasar la mayoría del tiempo con su familia y sus amigos más allegados.

Su jefe, el director del periódico «West Seattle Herald», Ken Robinson, explica que Amanda suele hacer reportajes y artículos de teatro sobre producciones locales. «Es buena. Conoce las cosas sobre las que escribe. Lo hace bien y cumple con los plazos de entrega. Es alguien de aquí. Sabíamos que estaba interesada en escribir», reconoce Robinson.

Entre sus últimos artículos, destaca una crítica sobre la obra de teatro «Chiglish», de David Henry Hwang, que trata acerca de un enfermo que sufría una afección en el riñón.

Estos días, Knox y Sutherland preparan su boda. Ahora será todo más sencillo. Sobre todo después de que él se haya trasladado a vivir a Seattle, pues antes residía en Nueva York.

La banda punk-rock del novio

Se comprometieron unos días antes de San Valentín, el 3 de febrero de este año. Se conocían desde que eran adolescentes. Iban al mismo instituto. Amanda estuvo unos meses viviendo con él en Nueva York, en el barrio de Brooklyn, donde se concentran gran parte de los artistas que intentan hacerse una carrera en la ciudad.

Los altos precios de los apartamentos y los estudios de Manhattan se han convertido en imposibles para los que intentan hacerse un nombre, como el novio de Amanda Knox. Su banda The Johnny Pumps, que está establecida en Nueva York, mezcla «rock» con «heavy metal» y «punk». También, ha formado parte de un grupo que ha viajado a lo largo del mundo por Europa y Asia.

Pero ahora la pareja se concentra en llevar una vida tranquila. No quieren saber nada de periodistas. Esperan que con las entrevistas del fin de semana todo se haya acabado.

Nada más conocerse el fallo del Tribunal Supremo italiano, su novio le cogió el hombro derecho con su mano izquierda. Amanda Knox se llevó las manos al pecho cuando salió a hablar con los periodistas. A ambos les brillaban los ojos. Más a ella que a su novio. Amanda desplegó una amplia sonrisa. La de Colin Sutherland era más contenida. Pero, también estaba exultante por lo que Amanda Knox le iba a decir a los periodistas, aunque ya todos los sabían.

Tuvo que hacer un esfuerzo para contener las lágrimas. Se le caían después de toda la tensión de los últimos meses. Pero, por fin, la pesadilla se había terminado.

Desde la casa de su madre en Seattle, Knox, que se enfrentaba a más de 28 años en prisión, quiso agradecer a todas las personas que le han apoyado durante los últimos meses.

«Estoy muy agradecida por todo lo que ha pasado, por la justicia que he recibido, por el apoyo de todo el mundo, de mi familia, de mis amigos, de los extraños, de la gente como vosotros. Habéis salvado mi vida», indicó la estadounidense.

Knox sonrió a los periodistas para decirles que estaba contenta de recuperar su vida después de que el Alto Tribunal de Italia terminase la saga legal en la que se había metido durante los últimos años al anular su condena por asesinato.

«Ahora mismo todavía tengo que hacerme a la idea de todo lo que significa esto. Lo único que viene a mi mente ahora mismo es gratitud por la vida que me han dado», quiso explicar a los reporteros que han seguido su caso durante los últimos años. Todavía así, no ha sido sometida al acoso brutal de los periodistas en Estados Unidos, al que suele someter a los sospechosos de este tipo de casos. En cambio, resulta que la sospechosa es de nacionalidad estadounidense y la víctima era británica. Por ello, los reporteros han decidido no demonizar a la supuesta agresora en el juicio de los medios de comunicación estadounidenses, donde no hay presunción de inocencia ni tampoco apelaciones.

Todavía así, en el momento de comparecer ante los reporteros, no pudo evitar que le hiciesen una pregunta que parecía siempre rondarle. Contestó a la misma como si con ellos pusiese punto y final a esta historia. Le interrogaron por la víctima: Meredith Kercher. «Era mi amiga. Se mereció mucho más en esta vida. Yo soy la afortunada», explicó Knox en respuesta a un periodista que le preguntó sobre qué le diría a la familia de su compañera de habitación.

Knox, de 27 años, y su ex novio italiano, Raffaele Sollecito, de 30 años, están absueltos de la muerte en 2007 de la compañera británica de habitación de Knox Meredith Kercher, según el fallo del tribunal del viernes. «Conseguido. No podía ser mejor que esto», indicó el representante legal de Knox, Carlo Dalla Vedova, después de que se leyese la decisión del tribunal.

El fallo quiere decir que se concluye que las evidencias no respaldan las condenas originales de asesinato, aunque los argumentos no se harán públicos hasta dentro de 90 días.

En un principio, Knox fue sentenciada a 25 años en prisión. Pero, en 2011, una corte de apelaciones les absolvió a ella y Sollecito. Ambos fueron puestos en libertad. Entonces, Knox volvió a Estados Unidos.

Dos años después, la corte suprema del país revocó dichas absoluciones, y se dio comienzo a un tercer juicio en un tribunal de apelaciones. Fue entonces cuando Knox y Sollecito fueron condenados de nuevo y sentenciados a pasar más de 20 años en prisión.

Pero la decisión del pasado jueves ya es inamovible. Ambos son inocentes, ya que los tres años que le han caído a ella por implicar falsamente al dueño de un bar ya los cumplió. Hoy, ocho años después de la muerte de la joven Meredith Kercher, sigue sin haber un autor de su muerte, sólo hay un condenado como cómplice de asesinato.

Entonces, ¿Quién mató a Meredith Kercher?

Tras la absolución de Amanda Knox y Raffaele Sollecito por parte del Tribunal Supremo italiano a última hora del pasado viernes, ésta es la pregunta que se hacen los padres de la víctima, devastados al ver cómo siete años después de que su hija recibiera 43 puñaladas, siguen sin saber quién es el culpable de su muerte. El fallo de la Casación (como se conoce a la más alta Corte italiana), contra el que no cabe recurso, pone punto final a un proceso con sentencias contrastadas, pues Knox y Sollecito fueron condenados en primera instancia y en la segunda sentencia de apelación (la primera, en la que resultaron absueltos, fue luego considerada inválida). «Ha sido un shock», dijeron a través de sus abogados los familiares de Meredith Kercher, asesinada en noviembre del año 2007 en una noche de sexo, drogas y violencia. Por la muerte de esta joven de 22 años que acudió a Italia dentro del programa Erasmus sólo hay una persona encarcelada: Rudy Guede, condenado a 16 años de prisión después de acogerse al proceso abreviado. Los magistrados dictaminaron que el marfileño Guede actuó con la ayuda de otras personas cuya identidad ahora tal vez no se conozca nunca. Informa Darío Menor desde Roma

Los otros protagonistas

- Raffaele Sollecito, novio de Knox en 2007, rompió a llorar y afirmó estar «inmensamente feliz» al conocer la noticia. Este fallo cambia por completo las primeras hipótesis que sostenían que él sostenía a la víctima mientras Knox la apuñalaba.

- Rudy Guede, condenado a 16 años de cárcel, es el único culpable del asesinato de Meredith. Lo que llama la atención porque este marfileño está en prisión desde 2010 como «cómplice de asesinato». Falta el autor.

- Patrick Lumumba es el dueño del bar al que Knox falsamente implicó en el asesinato de la joven estudiante británica. La absolución de Amanda es porque «Knox es rica y americana», afirmó tras conocer la sentencia.