Consumo

El exceso de soja abre el debate

La leguminosa parece haberse convertido en el alimento de moda, pero el aumento de su presencia en la dieta ha hecho saltar las alarmas ante el incremento de su consumo

El exceso de soja abre el debate
El exceso de soja abre el debatelarazon

La leguminosa parece haberse convertido en el alimento de moda, pero el aumento de su presencia en la dieta ha hecho saltar las alarmas ante el incremento de su consumo

En los últimos meses han surgido diferentes teorías científicas que afirman que la soja es beneficiosa para nuestro organismo, mientras que otros resultados han evidenciado lo contrario y he aquí la controversia con esta legumbre. «Su composición (fresca) es 33% de proteínas; 38% de lípidos; 29% de carbohidratos. Sus proteínas son de alta calidad y su concentración es la mayor de todas las legumbres», asegura Miguel Aganzo, nutricionista del Servicio de Endocrinología y Nutrición de los hospitales Fundación Jiménez Díaz y Rey Juan Carlos de Madrid.

Sin embargo, la gran presencia de la soja en numerosos productos hace que su ingesta sea elevada. «Los alimentos con soja tradicionales que son beneficiosos para la salud sólo se encuentran en tiendas especializadas», asegura Patricia Restrepo, directora del Instituto Macrobiótico de España (IME). Algunos de éstos son: tofu, miso, tamari, natto, tempeh, edamame, leche de soja, aceite de soja, salsa de soja o harina de soja, entre otros. Sin embargo, alimentos como la bollería, batidos, galletas, leches en polvo, yogures, helados, chuches, bebidas vegetales, embutidos, preparados de sopas instantáneas o chips están realizados con soja transgénica. «Hace algunos años la soja se convirtió en un producto de moda y esto fue utilizado por las grandes empresas alimenticias para incorporarlo a sus productos industriales, creando alimentos que ofrecen la sensación de ser sanos pero sin serlo», avisa Restrepo.

Otra cuestión que surge es si el precio puede ser un factor que ha influido en su extensión. Ramón de Cangas, dietista-nutricionista y doctor de Biología Molecular Funcional, opina que «obviamente el hecho de que un producto tenga un precio razonable y asequible es uno de los factores que más pueden influir en su extensión a la hora del consumo». En cuanto a las propiedades nutritivas que tiene la soja, «en común con otras leguminosas de la alimentación, ésta es una buena fuente de proteína que, además, es la de mejor valor nutricional que las de origen vegetal. Aporta hidratos de carbono de índice glicémico bajo; es una buena fuente de fibra, vitaminas del grupo B, folatos y vitamina E y minerales, como el hierro, calcio, magnesio y zinc; aporta poca grasa y ésta en su mayor parte es de tipo poliinsaturada. Pero claro, todo esto está referido a la semilla seca de soja. Dependiendo de cómo la consumamos finalmente, el aporte de nutrientes puede variar», explica Elena Alonso, profesora agregada de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo, de Madrid. Luis Miguel Luengo, miembro del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, añade que «la soja per se no es peligrosa ni beneficiosa», ya que «va a depender de que su consumo no vaya en detrimento de otros alimentos que proporcionen al organismo nutrientes que no la contenga». Respecto a las sugerencias para su consumo, Aganzo dice que «en una dieta variada y equilibrada, la recomendación de ingesta de legumbres es de tres a cuatro raciones por semana, de las cuales una podría ser la soja». Además, añade, «es apta para adultos y niños si no hay alergia o intolerancia».

Entonces, ¿cuáles son los beneficios e inconvenientes que tiene la ingesta de soja? En lo referente a los aspectos positivos, ésta reduce el colesterol total y el colesterol LDL (el malo), mantiene o puede aumentar el colesterol HDL (el bueno), puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, ayuda a mantener la masa ósea, disminuye síntomas en mujeres post-menopáusicas, protege contra ciertos cánceres, reduce la tensión arterial, mejora la glucemia y otros índices clínicos en diabetes tipo II y síndrome metabólico y previene el envejecimiento. Pero tiene algunos peligros, ya que «debido a que su estructura química es parecida a la de los estrógenos, en la menopausia no deben tomarse productos a base de extractos ricos en isoflavonas junto con el tratamiento hormonal sustitutivo ni en caso de tratamiento con los medicamentos de cánceres hormonales (como el de mama o de útero). No se recomienda su uso en mujeres con historia de cánceres o tumores hormonales», asegura Aganzo.