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«La vida actual nos lleva a la artificialidad en la nutrición»

«La Dieta Slow plantea un cambio de hábitos con alimentos naturales crudos y extractados». «Al acabar una dieta es cuando resulta más necesario el consejo de un buen nutricionista»

Manuel Jiménez Ucero / Médico y nutricionista
Manuel Jiménez Ucero / Médico y nutricionistalarazon

«La Dieta Slow plantea un cambio de hábitos con alimentos naturales crudos y extractados»

Con la llegada del buen tiempo, entran las prisas por perder peso, y la buena intención de estar más saludables puede ser una decisión peligrosa si no se hace correctamente. Y eso pasa por aprender a comer bien, a elegir los alimentos adecuados y a cambiar el estilo de vida. Para lograrlo, el doctor Manuel Jiménez Ucero publica «La Dieta Slow» (Ed. Libros Cúpula) con el objetivo de que perdamos peso de forma saludable y alcanzar el equilibrio nutricional con componentes naturales.

-¿Cómo definiría «La Dieta Slow»?

-Es un concepto nuevo. Más que una dieta plantea un cambio de hábitos para introducir alimentos naturales crudos y extractados con un sistema innovador: la extracción por presión en frío y con baja velocidad. Así se consigue sacar la práctica totalidad de los nutrientes útiles de los alimentos vegetales incluidas vitaminas, minerales y enzimas.

-¿Cómo es esa extracción lenta?

-Los modernos «Slow juicers» son máquinas extractoras de zumos y pulpas por presión en frío y a muy pocas revoluciones (40 r.p.m. en lugar de las 1.500 de las batidoras clásicas). Evitan calentar el extracto y no dañan las vitaminas y sobre todo las enzimas. Consiguen así el doble de extracto, más estable, más denso y más saciante.

-¿Existen esos aparatos en España?

-Sí, ya se encuentran en las tiendas de electrodomésticos y a precios de entre 120 euros los de fabricación natural y 500 euros los de importación. También se venden zumos extractados en el supermercado, pero mi consejo es: «Hágalo usted mismo».

-¿Qué se consigue con todo ello?

-Buscamos tres objetivos: control y corrección del sobrepeso; cambio de hábitos tóxicos a otros beneficiosos, y perseguir una longevidad saludable sin problemas degenerativos. Según cuál sea la prioridad del lector de «La Dieta Slow» podrá adaptar múltiples formas de mejorar sus hábitos de nutrición y a través de ellos su salud.

-¿Qué estamos haciendo mal actualmente con nuestra alimentación?

-Muchas cosas, pero principalmente la ingestión excesiva de azúcares refinados y harinas, es decir, carbohidratos. También el déficit habitual de vegetales en nuestra dieta; el desorden en los contenidos y en el ritmo de nutrición con comidas muy espaciadas y un excesivo estrés que nos hace segregar insulina y guardar grasa.

-Asegura que las nuevas generaciones llegarán a los 120 años. ¿Cómo influirá nuestra dieta en ese reto?

-Ya estamos cerca de los cien años de media. De momento, para alcanzar esa edad lo más eficaz es cuidar las funciones vitales como circulación limpia, respiración sana y órganos vitales saludables. En esta misión, la nutrición es una herramienta formidable.

-¿Los alimentos vegetales deben ser la columna vertebral de la dieta?

-Sí. La vida actual nos lleva a la artificialidad en la nutrición y la inmediatez de la comida rápida, pero es fundamental para la salud que la balanza de la nutrición se incline hacia los alimentos vegetales, y en especial crudos, sin menospreciar las proteínas animales, carnes, pescados, leche, huevos. Todos los excesos llevan a posturas fundamentalistas que casi siempre son contraproducentes.

-Recomienda el consumo de vegetales ecológicos. ¿Qué ventajas aportan?

-Debemos clarificar los conceptos que nos martillean en la publicidad de los alimentos naturales: Bio, Orgánico, Ecológico... Este último es el único que sí asegura origen natural y desarrollo sin contaminantes externos, por lo que es el recomendable.

-¿Qué hay de los superalimentos?

-El concepto hace referencia a diversos nutrientes procedentes de semillas, hierbas, algas, verduras u hongos que poseen una elevada cantidad de elementos de alto valor biológico que suelen faltar en nuestra alimentación. Con los batidos slow se da un valor añadido a su riqueza energética detox, enzimática o vitamínica.

-¿Es clave hacer un plan detox?

-La prevención de problemas graves pasa por la creación de hábitos continuados. Los elementos tóxicos nos agreden continuamente por lo que los aportes detox, antioxidantes, vitamínicos y enzimáticos deben contrarestar esos efectos de forma continuada. Los superalimentos son muy eficaces: cúrcuma, centella asiática, cardo mariano, espirulina, omegas... Buscando en el libro cada persona va a valorar lo que le conviene añadir a sus preparados.

-¿Influye la hora a la que comemos?

-El cuerpo humano vive sometido al ritmo circadiano de noche y día. Todos los seres vivos del planeta se adaptan a él con un respeto absoluto, menos la especie humana. Y así nos va: obesidad, colesterol alto y sus problemas derivados. Ya Don Quijote aconsejaba a Sancho: «Cenas cortas hacen vidas largas». Cuánta razón tenía.

-¿«La Dieta Slow» es apta para todos?

-Sí. Cada persona debe buscar cuáles son los batidos más idóneos para su problemática: ardor de estómago, mala circulación, protección solar, ánimo decaído... Las casi 200 recetas del libro están formuladas para obtener efectos beneficiosos.

-¿Cómo se acaba con el efecto rebote?

-Cuando se busca adelgazar se adoptan medidas para lograr un objetivo y muchas veces se consigue con perseverancia. Pero cuando se deja la dieta se suele volver a las costumbres previas en nutrición, con lo cual el resultado es volver a engordar. Para aprender a mantenerse hace falta cambiar las costumbres y sólo así se conseguirá un perfecto equilibrio. Al acabar una dieta es cuando más necesario es el consejo y la orientación de un buen nutricionista.

-¿Adoptar esas nuevas costumbres es un reto individual para cada persona?

-Sí, porque nadie del mundo sanitario ni gubernamental se preocupa por enseñarnos a comer, qué comer, cómo comer... «La Dieta Slow» pretende sólo incitar, hacer un guiño creativo a las personas que sienten que la nutrición saludable es la mejor medicina y hacer que creen nuevas costumbres. Entre las 200 recetas que aporta el libro, o mezclando algunas, cada lector va a encontrar la suya. Además, el libro aporta un Centro de Asesoramiento de la Dieta Slow con un teléfono de ayuda y un correo electrónico donde el lector puede pedir consejo y soporte.

-¿Sería necesario que la nutrición forme parte de nuestra enseñanza?

-Vivimos en un mundo que prioriza lo banal. No conozco que en nigún país europeo exista un programa de educación nutricional. Para extremo de lo que afirmo se hace un éxito de programas de televisión como «Master Chef infantil». Sin palabras.

PERFIL

- Licenciado en Medicina y diplomado en Inmunología por el Instituto Pasteur

- Actualmente dirige Grup Policlínic, un importante grupo de centros médicos en Barcelona y alrededores con más de 150 especialistas

- Dirige la Unidad de Dieta Proteinada Médica y la Unidad de Dieta Adelgazante Proteinada, en la que ha tratado a más de 20.000 pacientes

- Es autor de la Dieta Flash