Cambios climáticos

Cambio climático: No sólo el oso polar está en peligro

Cambio climático: No sólo el oso polar está en peligro
Cambio climático: No sólo el oso polar está en peligrolarazon

El oso polar es una especie icónica en la lucha contra el cambio climático. No es para menos. Su población puede caer en más de un 30% en 35 o 40 años. Pero no es la única especie en riesgo.

Belugas, en riesgo si disminuye la población de bacalao polar

La presa predilecta de esta ballena sociable es el bacalao polar (Boreogadus saida), cuyos ejemplares juveniles se encuentran bajo el hielo, un hábitat que los investigadores temen que pueda desaparecer como consecuencia del cambio climático, tal y como se publicó el pasado mes de octubre en «Polar Biology». A esta amenaza se suma la apertura de nuevas vías navegables, en un enclave otrora refugio para las belugas.

El ejemplar emblemático de Namibia en riesgo

El Aloe dichotom, una especie de aloe, llega a vivir más de 350 años y se extiende sobre Namibia (que es el «árbol» o planta emblemática) y Sudáfrica. Sin embargo, el aumento de frecuencia y duración de las sequías están incrementando la pérdida de plantas y la población de esta especie de aloe está disminuyendo.

Más presión sobre el orangután de Sumatra

La destrucción y fragmentación de su hábitat es la mayor amenaza que se cierne sobre el orangután de Sumatra, En Peligro Crítico. El cambio climático está ejerciendo una presión adicional sobre los bosques de Indonesia, poniendo en peligro su supervivencia, según el estudio «Impactos del cambio climático sobre las especies» de WWF.

Un grado más supondrá perder la mitad de su hábitat en 2070

Sólo con que se produzca un incremento de un grado centígrado en las temperaturas globales (con los compromisos que los países llevaron a París subiría 2,7ºC en 2100), los osos panda, o los pandas gigante, ya En Peligro, perderán la mitad de su hábitat en 2070, según se desprende de un estudio publicado este año en la revista «Biological Conservation».

La ballena azul, en busca de Krill

La acidificación del agua está alterando la disponibilidad de krill. Pero aunque al principio se pensó que esto iba a obligarlas a viajar aún más lejos para alimentarse, con el consiguiente coste de energía, un estudio, publicado el pasado mes de noviembre en «Science», ha demostrado que han cambiado su estrategia de caza para ser más eficiente según la disponibilidad de alimento.

La foca anillada, pendiente del hielo y el oso de ella

Para los mamíferos marinos del Ártico, el futuro es incierto. Sobre todo en el caso de los osos polares y las focas. Necesitan hielo para hallar comida, encontrar pareja, reproducirse y criar a sus pequeños. Una caída en la población de la foca anillada puede tener un efecto cascada en las «reservas» de comida del Ártico, al ser clave en la dieta de los osos polares.

La población de pingüinos emperadores caerá un 50 %

Si los niveles de deshielo previstos por el IPCC se cumplen en la Antártida, la población de pingüino emperador disminuirá un 50% en 2100, según publicó tiempo atrás el Instituto Oceanográfico de Woods Hole en «Nature Climate Change». Además de estar afectados por la disminución del hielo y la subida de temperaturas, también tienen menos krill.

La tortura laúd, un gigante en riesgo

Esta especie de tortuga marina, que llega a pesar 500 kilos, está calificada como Vulnerable en la Lista Roja de UICN. Aunque se espera que su población aumente, el cambio climático podría provocar la disminución de la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), así como al resto de tortugas marinas y otras especies marinas.

Koalas, merma nutricional de las hojas de eucalipto

La continua destrucción de su hábitat es la principal amenaza que se cierne sobre los koalas. Pero también es importante el incremento de concentración de CO2 en la atmósfera, ya que, según UICN, merma las propiedades nutritivas de las hojas de eucalipto, su principal alimento. Además, es vulnerable a los incendios forestales.

Decae el éxito de las puestas del salmón

Algunas poblaciones de salmón han disminuido notoriamente. Es el caso de los salmones reales en EE UU, amenazados de extinción desde 1994. Según la NOAA, en 2009 se contabilizaban 4,4 millones de ejemplares. En 2014, sólo 411.000. La sequía y el calor provocaron que el 95% de las puestas no sobrevivieran.

Compitiendo por el alimento de los osos

Los zorros árticos (Vulpes lagopus) depredan sobre los huevos y crías de aves. Sin embargo, el deshielo del Ártico hace que los osos polares también se alimenten de estas aves. Esta competencia puede jugar en su contra. Otra de las grandes amenazas que se cierne sobre los zorros árticos, especie de la que quedan varios cientos de miles de ejemplares, es la pérdida de tundra.

Pez payaso y su pérdida del sentido del olfato

La acidificación del agua provocada por el incremento de concentración de dióxido de carbono (CO2) altera el sentido del olfato del pez payaso. No obstante, existe la posibilidad de que esta especie pueda adaptarse al cambio climático cambiando de hábitat. Ahora bien, depende el estado de los arrecifes de coral, su degradación puede afectar directamente a esta especie.

El coral: su grasa, un gran aliado frente al calentamiento del agua

Las especies de coral que almacenan más grasa no sólo sobreviven al estrés por calor en el corto plazo tal y como se descubrió hace un año, también les ayuda a sobrevivir a largo plazo, según un estudio publicado el pasado mes de noviembre en la revista científica «Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences». Ahora bien, los corales que tienen menos grasa para quemar tienen menos oportunidades de «escapar» de las consecuencias del cambio climático: su blanqueamiento y muerte. Por ejemplo, los investigadores del citado estudio comprobaron que el coral dedo al tener más grasa se recuperó, que el coral roca de la imagen (Orbicella faveolata), se recuperó en menor medida, y en cambio, no lo hizo el coral mostaza, con menos grasa. Y es que cuando el coral se blanquea, se ralentiza la fotosíntesis y ya no recibe suficiente energía aportada por los alimentos, por lo que se frena su crecimiento y pierde sus reservas de grasa al igual que los seres humanos cuando ingieren menos calorías de las necesarias.