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Nace el laboratorio para crear el envase perpetuo

Tubos de pasta de dientes que se puedan vaciar por completo o envoltorios hechos de retales son algunas de las ideas con las que se trabajan en el nuevo TheCircularLab de Logroño

En el espacio se ofrece un área de trabajo común y mucho más: se organizan conferencias, jornadas y exposiciones
En el espacio se ofrece un área de trabajo común y mucho más: se organizan conferencias, jornadas y exposicioneslarazon

Tubos de pasta de dientes que se puedan vaciar por completo o envoltorios hechos de retales son algunas de las ideas con las que se trabajan en el nuevo TheCircularLab de Logroño

Para que el círculo que promueve la Economía circular sea una realidad es imprescindible que la sociedad entera cambie su modelo lineal actual, en el que se produce, se consume y se tira, por el que se produce, se consume y el residuo se vuelve a introducir el sistema productivo. Y para ello hay que trabajar en todo el ciclo de vida del envase», estas palabras pronunciadas por Óscar Martín, director general de Ecoembes, en la inauguración de TheCircularLab, resumen el objetivo de este proyecto de la entidad que gestiona los envases que se depositan en el contenedor amarillo y que ha comenzado oficialmente su actividad en Logroño.

Ciertamente, en Europa hay un impulso de este modelo con objetivos y plazos concretos. Pero, cierto también, falta bastante por hacer y aún son muchos los residuos con los que hay que trabajar para hacer posible su reciclaje y consiguiente vuelta al círculo de producción. En el caso específico de los envases, concretamente los que van al contenedor amarillo, aunque ya hay bastante camino andado, todavía queda mucho por recorrer. Lo que implica diseñar o rediseñar envases, para hacer posible o mejorar su reciclabilidad o, lo que es lo mismo: avanzar en ecodiseño, fase en la que se puede llegar a reducir el 80% del impacto ambiental del envase; así como en gestión urbana eficaz y eficiente; en participación ciudadana y en aplicación de las mejores prácticas posibles para mejorar todas esas facetas. Esas son las áreas de trabajo en las que se va a trabajar en TheCircularLab. E incorpora, también, la detección, incubación, aceleración y apoyo de iniciativas y proyectos de emprendedores que puedan ser útiles para este fin.

Economía circular

Concretamente el objetivo es «trabajar en innovación abierta, es decir colaborar con todo tipo de instituciones, administraciones, empresas, universidades, etc., para descubrir y conocer proyectos innovadores, de productos y de servicios que aporten soluciones para la economía circular», explica Javier García, especialista en Innovación en TheCircularLab. «Así, ofrecemos a las nuevas pequeñas empresas, pero también a otras ya consolidadas que tengan propuestas en estas áreas, un espacio de trabajo. Que es algo más que una mesa y un ordenador: es un punto físico de encuentro con otros innovadores e intercambiar ideas y experiencias; y donde poder hacer jornadas, exposiciones de proyectos, etc.» Entre otros recursos, como asesoría, también «podemos conocer productos que nos interese probar, o colaborar en el desarrollo de proyectos». De momento, «en el Lab se está colaborando con 10 empresas, aunque hay capacidad física para 18 o 20. La ayuda económica la aporta Emprende Rioja, el Plan de Apoyo para Emprendedores del gobierno de La Rioja. Nosotros no damos formación o ayudas económicas, sino otras posibilidades como la búsqueda de socios o colaboradores de financiación, hacer un proyecto conjunto o compra innovadora de productos o servicios».

No hay un tiempo máximo definido para estar allí, pero sí para el tamaño, «han de ser empresas pequeñas, de una o dos personas, y gente que empieza. Hay quien hace formación, otro que trabaja en eficiencia energética en la gestión de residuos, otra que trabaja en un sistema de trazabilidad de los envases depositados en los contenedores amarillo, de forma que el ciudadano sepa qué ruta sigue y que serviría para compensarle en forma de bitcoins... Nosotros, si las ideas son buenas, si la empresa es interesante y va a obtener un producto o servicio que sirva para mejorar el sistema de reciclaje de residuos, la vamos a apoyar. La estudiamos internamente, por el equipo de innovación, y se decide. De momento no se ha rechazado ninguna y la convocatoria sigue abierta», concluye Jorge García.

Uxer School es una de las empresas alojadas en TheCircularLab, cumple el requisito de ser pequeña y estar empezando: se ha fundado en enero de este mismo año. Es un proyecto de Javier Larrea, logroñés de 31 años, diseñador gráfico y ligado desde siempre al mundo de Internet. «Uxer es una escuela relacionada con las nuevas tecnologías, formamos en Diseño y Experiencia de usuario. Es decir, ayudamos a las empresas a mejorar la usabilidad de sus aplicaciones para hacerlas más sencillas y útiles. Detectamos puntos de mejora en webs o aplicaciones de servicios, que pueden haber dado un mal resultado desde el punto de vista y la experiencia del cliente, para que sea más sencilla y le sea útil para acceder al producto o servicio de esa empresa». En TheCircularLab están «en una fase muy inicial en nuestra relación con este entorno. Tendremos ocasión de ver qué hacen las empresas que colaboran con Ecoembes y detectar sus posibilidades de mejora y ofrecerles ayuda. En general, nosotros podemos aportar formación a otros que empiezan para que conozcan mejor a los usuarios de sus productos o servicios para que los mejoren desde el inicio».

ADN Design es una empresa ya veterana. Llevan 27 años diseñando todo tipo de productos y de servicios, desde pequeños electrodomésticos hasta exposiciones. Pero «el enfoque no era el ecodiseño, sino más bien la optimización en el empleo de los materiales», explica Carlos San José, uno de los tres socios de esta empresa bilbaína. «Actualmente hay metodología y herramientas estandarizadas para tener en cuenta todas las fases del ciclo de vida del producto, y vista nuestra experiencia anterior queremos buscar más posibilidades de desarrollar nuevos proyectos». Su presencia física en TheCircularLab «servirá para desarrollar ideas específicas en envases y embalajes. Uno de los campos en los que trabajaremos será en los envases vacíos en los que suele quedar algo de producto, como un tubo de pasta de dientes. Ahí el diseño puede aportar mucho para que se pueda vaciar totalmente». Para San José, «al hablar de economía circular hay pocas profesiones que puedan aportar cosas novedosas e innovadoras como los diseñadores. Conocemos los materiales y su comportamiento, las tecnologías, las herramientas y la necesidad que hay que resolver».

Adicionalmente, es muy posible que de esta colaboración salga una nueva marca, un área nueva de actividad, «dedicada al diseño para la sostenibilidad. Para trabajar, sobre todo, en materiales que no se están aprovechando y darles una nueva vida; y para el prototipado de nuevos productos hechos con residuos que hasta ahora no se usaban y se tiraban. Ahora ya lo estamos haciendo, con retales de productos nuevos».