Récord histórico de presencia de osas con crías en el sector oriental de la Cordillera Cantábrica

La población de oso pardo en esta cordillera supera los 250 ejemplares según el estudio anual del conjunto de comunidades con presencia de estos animales.

Aunque en estos temas nunca hay que echar las campanas al vuelo, sí se puede decir que el último bienio, el que incluye los años 2014 y 2015, ha sido bueno para la población de osos de la Cordillera Cantábrica. Y es que en dicho periodo se ha producido un récord histórico de presencia de osas con crías en el sector oriental de la Cordillera Cantábrica en el bienio 2014-2015, ya que se estima que la población de oso pardo (Ursus Arctos) en dicha Cordillera supera los 250 ejemplares.

Según el estudio que anualmente realiza el Gobierno de Cantabria, coordinadamente con el resto de Comunidades Autónomas (CCAA) con presencia de esta especie (Galicia, Asturias y Castilla y León) sobre ‘Censo de osas con crías', en la Cordillera Cantábrica se supera dicha cifra, habiéndose detectado 34 osas con 67 crías en el censo del año 2014 y 40 osas con 64 crías en el censo del año 2015.

Este estudio ha sido presentado esta mañana en Oviedo por los responsables de área de cada una de las comunidades autónomas, entre ellos el director general del Medio Natural de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria, Antonio Lucio.

Dicho censo comienza en primavera, cuando se detecta la salida de la osera de osas con crías, y se prolonga hasta el mes de julio del año siguiente, momento en el que las crías se separan de la madre.

La población de oso pardo en la Cordillera Cantábrica está separada en dos sectores, el sector occidental, entre Lugo, León y Asturias, y el sector oriental, entre León, Palencia y Cantabria. Aunque se trata de dos subpoblaciones separadas, se han detectado algunos movimientos de individuos entre ambos sectores.

La población oriental ocupa unos 2.100 kilómetros cuadrados y se distribuye entre la Montaña Palentina, la Montaña Oriental de León, y Liébana, Polaciones y Campoo, en Cantabria. Se estima que esta población está compuesta por un número no inferior a 30 ejemplares.

La estimación del número y distribución de hembras de oso pardo acompañadas de crías de primer año es uno de los parámetros más importantes para conocer el estado y evolución de la población de esta especie en la Cordillera Cantábrica, permitiendo además poder diferenciar los distintos grupos familiares que se detecten.

Si se limita el ámbito territorial a Cantabria, en ‘El censo de osas con crías del año 2014' se detectaron 3 hembras con 4 crías, de un total de 6 hembras con 10 crías observadas en el sector oriental. En ‘El censo de osas con crías del año 2015' se han detectado 3 osas con un total de 3 crías, ascendiendo el total en el sector oriental a 6 hembras con 9 crías.

Desde hace más de quince años, se confirma la presencia de hembras acompañadas de crías todos los años en el sector oriental, habiéndose alcanzado durante los últimos años en este sector el máximo histórico de hembras reproductoras localizadas. Además, la presencia continuada durante los últimos años de osas con crías en Cantabria confirma a nuestra región como un núcleo reproductor estable dentro de la población oriental.

En cuanto a las zonas en las que se detectan habitualmente osas con crías en Cantabria, principalmente se localizan en dos zonas: una, entre Vega de Liébana y Camaleño, y otra, entre Pesaguero y Polaciones. Recientemente, se han localizado también hembras con crías en La Hermandad de Campoo de Suso.

La recogida de los datos de seguimiento de la especie en Cantabria forma parte de las tareas de vigilancia de los técnicos auxiliares del Medio Natural de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación. Se presta especial atención a la presencia de osas con crías para, por un lado, conocer la evolución de la especie, y, por otro, poder minimizar las posibles molestias sobre ellas.

Para la elaboración final del censo se tienen en cuenta también los datos aportados por otros colaboradores, como la Fundación Oso Pardo. Esta información se completa además con la obtenida en los últimos años procedente de otros estudios relacionados con proyectos de conservación de especies amenazadas, impulsados desde la Dirección General del Medio Natural, que aportan una información complementaria a la obtenida durante el seguimiento rutinario de la especie.