Familia

7 mitos sobre ser «buena madre»

Las mujeres no aspiran a ser ejemplares ni modélicas, ni creen que haga falta. No plantean la maternidad como el acontecimiento que, al fin, dio sentido a sus vidas. Son muchas cosas además de madres, y se rebelan contra la dictadura de las madres perfectas. Bienvenidas sean.

7 mitos sobre ser «buena madre»
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Las mujeres no aspiran a ser ejemplares ni modélicas, ni creen que haga falta. Son muchas cosas además de madres, y se rebelan contra la dictadura de las madres perfectas

1. TE ARREPENTIRÁS SI NO ERES MADRE. Orna Donath arranca su libro cuestionando el extendido mandato social de “has de tener hijos”.

2. HARÁ TU VIDA PLENA. La autora se revuelve contra la idea de que una mujer no está “completa” hasta que no es madre. Y señala que a muchas mujeres la “infinitud” que conlleva el hecho de ser madre –el ser madre ya para siempre–, les genera una terrible zozobra.

3. ES TU DESTINO. Otra de las aseveraciones a las que se enfrentan las no madres como “ser madre es cuestión de tiempo” o “es lo natural, mira a tu alrededor” al que hace referencia Donath y que definen la maternidad como destino biológico.

4. EL INSTINTO MATERNAL TE ALCANZARÁ. “No creo en él. En los animales, sí, en el ser humano no hay nada solo instintivo, todo está atravesado por tu cultura, tu educación, tus vivencias...”, analiza Mariela Michelena. “Las parejas jóvenes que deciden no tener hijos se enfrentan a una gran presión social. Sobre todo ellas, como si el instinto fuera una cosa que está volando en el aire y un día llega y te abofetea”, señala Mamen Jiménez.

5. UNA MADRE NO COMPRENDE A UNA MADRE (y viceversa). Según Donath, se busca de manera consciente la confrontación entre ambas mujeres, y las no madres son vistas, sobre todo en países natalistas como Israel, como “egoístas, hedonistas, infantiles, deshonrosas, trastornadas, peligrosas y de cordura dudosa”.

6. LAS MADRES NO MIRAN ATRÁS. El arrepentimiento, el pensar “Si pudiera no ser madre de nadie...”, no tiene cabida, se ve como algo “ilícito”, prosigue Donath, para quien la reacción típica ante esta confesión es “tú lo has querido. Deja de quejarte. Ahora apechuga”.

7. O SE ES BUENA MADRE O SE ES MALA MADRE. O quieres a tus hijos o los odias. Nuevamente blanco o negro, sin espacio para los grises. La sociedad define qué es ser buena y mala madre. No caben las ambivalencias y ambigüedades, como esas madres que en el libro de Donath reconocen amar a sus hijos pero odiar la maternidad. O ser madres fantásticas pero, aun así, odiar ser madres.