Aciertos y errores al cocinar con aceite

La manera en la que utilices el aceite en tu comida determinará el efecto en tu dieta:

Aciertos:

SUMERGIR LOS FRITOS. Emplear una cantidad abundante en frituras es el secreto contra un resultado aceitoso y un rebozado desestructurado. Si usas aceite de oliva y durante el cocinado no se quema, puedes reutilizarlo hasta dos veces.

GUÁRDARLO EN LA DESPENSA. La vida del aceite es corta: cuanto más tardes en consumirlo, más propiedades perderá. Almacénalo en un sitio oscuro y fresco.

MIRAR LAS ETIQUETAS. Aparte de revisar la fecha de envasado y caducidad, fíjate bien en las variedades. Los aceites de picual o cornicabra son más estables al calor y, por tanto, son mejores para freír.

ROCIAR LA ENSALADA. Aliña midiendo la cantidad con una cuchara sopera, evitando bañar la ensalada, ya que taparás el sabor de los ingredientes y consumirás demasiada grasa. Aquí te compartimos 3 recetas de ensaladas con aceite de oliva.

Errores:

CALENTARLO DEMASIADO. Dejar humear el aceite en la sartén es uno de los errores más habituales (y garrafales). Al sobrecalentarlo, se estropea y se forman compuestos tóxicos que se acumulan en el organismo y pueden ser perjudiciales.

UTILIZAR SOLO UN TIPO. Aunque en la cocina española reine el aceite de oliva, en preparaciones como la mayonesa o la ensaladilla rusa funciona mejor el de girasol, y un aceite de semillas o frutos secos puede distinguir una ensalada desabrida.

VERTERLO POR EL FREGADERO. Este gesto es altamente contaminante. Dirígete a los puntos verdes de tu localidad y hazte con un recipiente para almacenarlo y reciclarlo.

CONFUNDIR SABOR Y ACIDEZ. El grado de acidez no repercute en cómo sepa el aceite, sino que marca su calidad. A menos acidez, más cualidades organolépticas y saludables.

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