Alimentación

Operación bikini: cómo quemar calorías sin hacer ejercicio

Si bien a todos nos motiva mucho la idea de perder peso sin tener que sudar la gota gorda, siempre conviene recordar que una dieta sana acompañada de ejercicio hará que perdamos peso más rápido.

Operación bikini: cómo quemar calorías sin hacer ejercicio
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Si bien a todos nos motiva mucho la idea de perder peso sin tener que sudar la gota gorda, siempre conviene recordar que una dieta sana acompañada de ejercicio hará que perdamos peso más rápido. Aunque ciertamente esto no quiere decir que no se pueda quemar grasa si no haces ejercicio, incluso si nunca has puesto un pie en el gimnasio. ¿Cómo? Vigilando la alimentación y ‘abusando’ de forma saludable de nutrientes que resultan ser grandes aliados, además de asumir unas pequeñas rutinas que nos ayudarán en nuestro camino.

Proteína: Es el mejor aliado en la pérdida de peso. Los alimentos ricos en proteínas tienen un granpotencial para quemar grasa. Por lo tanto, debemos incluir en nuestra dieta alimentos como las nueces, el yogur griego, leche, huevos, aves, pescado y hasta legumbres.

Fibra: Este carbohidrato especial ayuda a estabilizar el azúcar en la sangre. Traducción: nos va a ayudar a defendernos de los antojos molestos causados por el bajo nivel de azúcar en la sangre. Encuentras la fibra en legumbres, frutas, verduras y granos enteros.

Hierro: El hierro ayuda a transportar oxígeno a los tejidos, lo cual es clave para mantener nuestro metabolismo celular activo. Encontraremos hierro en las carnes rojas magras, espinacas o lentejas.

Omega-3: Estas grasas saludables producen menor inflamación, una gran ventaja para nuestra salud en general y nuestra dieta en particular. Además, contar con un alto número de ácidos omega-3 nos ayuda a mantener la sensación de felicidad mientras se pierde grasa. Come pescado graso, como el salmón, y añade chía, nueces y semillas de lino a tu dieta diaria.

Pero además de la dieta, conviene evitar el sedentarismo. Mantenerse activo no solo significa sudar en el gimnasio (nos sorprenderíamos de la cantidad de calorías que podemos quemar con nuestra rutina diaria). Los niños, el trabajo, subir y bajar escaleras o ir a hacer la compra son tareas que nos ayudarán a mantenernos activos cada día.

Una sesión de bici o unos 30 minutos caminando contribuyen a quemar alrededor de 225 calorías, e incluso durmiendo y viendo la televisión quemamos alrededor de 25 calorías por cada media hora. Un día de trabajo o cortar el césped durante el fin de semana nos puede ayudar a quemar varios cientos de calorías adicionales, además. Lo importante, además de la dieta, es ser conscientes de que tenemos que movernos. Unos cuantos trucos que funcionan y que son sencillos de cumplir en nuestra vida diaria son, por ejemplo; aparcar el coche más lejos y obligarnos a caminar un par de calles, cambiar el ascensor por las escaleras o acudir a comprar el pan en bicicleta.

Si a todo lo anterior le añadimos, además, algún tipo de rutina como una clase de yoga, un curso de meditación, etc., nuestro objetivo será aún más fácil de cumplir. No porque estas actividades quemen una gran cantidad de calorías, sino porque nos ayudarán a aliviar el estrés, a sentirnos mejor con nosotros mismos y sobre todo, mucho más felices y saludables.