Salud

Rediseña tu despensa

Ojos que no ven, calorías que no entran. Con una despensa saludable y bien planificada comer bien no solo será posible sino que será mucho más fácil. Hablamos con nutricionistas y cocineros para aprender a reorganizar la despensa y la nevera.

Rediseña tu despensa
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Ojos que no ven, calorías que no entran. Con una despensa saludable y bien planificada comer bien no solo será posible sino que será mucho más fácil

1. ARMARIO DEL DESAYUNO

La primera comida del día no necesita ni de galletas ni, por supuesto, de bollería industrial. Auténticas bombas calóricas con pocos nutrientes que conviene desterrar de la despensa.

SÉ CREATIVA. Todos los nutricionistas consultados apuntan a la industria alimentaria como responsable de la creencia popular que asocia el desayuno a galletas y cereales azucarados. Como si el hecho de comerlos por la mañana los hiciese menos malos.

EL TRUCO. Organiza y planifica los desayunos para evitar engullir alimentos poco saludables. Incorpora frutas frescas, alimentos integrales, carnes magras, pescados, frutos secos e incluso puedes aprovechar las sobras (saludables) del día anterior.

CREMA DE CACAO Y OTROS DULCES. En Tú eliges lo que comes (Paidós), el pediatra Carlos Casabona alerta del exceso de calorías de alimentos como un cruasán (hasta 300, las mismas que cuatro manzanas). Para él, el consumo de productos como la crema de cacao debería ser “muy ocasional, por lo que la mejor manera de no caer en la tentación es no comprarla o comprar el envase más pequeño y solo para días especiales”. Lo mismo sucede con las galletas que describe como “auténticas bombas calóricas”.

2. NEVERA

Que lo vegetal gane terreno frente a los productos procesados. Sin alimentos hipercalóricos, la nevera dejará de ser ese armario tan (peligrosamente) tentador.

SÉ ORDENADA y utiliza el sistema FIFO (acrónimo de ‘first in, first out’ o ‘primero en entrar, primero en salir’). “Organiza de tal manera que los alimentos más antiguos estén más a mano y los recién comprados al fondo de la nevera”, aconseja la dietista nutricionista María Neira, coach y creadora de la web www.nutriendoelcambio.com.

ETIQUETA los alimentos frescos como las carnes, los pescados, las verduras... Para Neira, el truco “es poner etiquetas en sus envases, señalando el día y la comida en los que los voy a consumir”. Para las verduras cortadas, que vas a consumir pronto usa tuppers o bolsitas de plástico para evitar que se deterioren.

CAJONES VEGETALES. “Verduras y hortalizas frescas deben conservarse en los cajones. Las carnes y pescados en la zona más fría que suele ser la que está encima de los cajones”, aconseja Neira. Huevos, lácteos o alimentos ya cocinados se colocan en la zona central o alta del refrigerador.

LÁCTEOS. Para la dietista-nutricionista Sonia González la mejor opción son “los lácteos naturales sin azúcar ni edulcorar como yogur de vaca, de cabra u oveja o kéfir. Además, de queso fresco, leche semidesnatada o bebidas vegetales sin azúcar como batidos de soja o de avena”.