Varices: un tratamiento para cada persona

ESCLEROTERAPIA CON MICROESPUMA

Como explica el doctor Latorre, consiste en inyectar “una espuma en la vena, para que esta haga una reacción fibrosa y se cierre”. Se emplea en varices de cualquier tamaño y localización y, sobre todo, en las varices que han aparecido de nuevo tras un anterior intento de eliminación. Una de sus grandes ventajas “es que no requiere ni de anestesia ni de estancia en quirófano”. Esta espuma está compuesta de polidocanol, así que esta técnica estaría contraindicada en las personas que tienen alergia a este producto. Y puede llevarse a cabo en personas que presentan varices de muy difícil tratamiento, como malformaciones vasculares venosas infiltrantes, y que sufren úlceras venosas. Se trata de la técnica más novedosa en el tratamiento de las varices.

LÁSER

Se introduce una fibra óptica elástica de láser dentro de las varices para enviar calor y fundirlas. De este modo, el organismo las reabsorbe posteriormente. No requiere ingreso hospitalario ni anestesia, aunque en el momento del tratamiento se sienten molestias, que se mitigan aplicando frío antes y después del mismo. Se realiza en quirófano con anestesia local. Tras la intervención, hay que llevar una media compresiva durante varios días. Especialmente indicada en varices de más de 3 mm.

RADIOFRECUENCIA

Se introduce un catéter a través de la vena safena –una de las venas de las piernas que se encarga de transportar la sangre de vuelta al corazón– y se lleva hasta la ingle. Posteriormente, se va retirando poco a poco y se aplica calor para que la vena que se ha dilatado ocupe su diámetro normal y vuelva a funcionar. Se realiza en quirófano con anestesia local. Suele provocar menos molestias que el láser.

MÉTODO CHIVA (cirugía hemodinámica de la insuficiencia venosa ambulatoria).

Se llevan a cabo pequeñas incisiones para desconectar el origen de las varices, es decir, el punto del sistema venoso profundo desde el cual se fuga la sangre hacia las varices. También permite extirparlas. La intervención se realiza con anestesia local y dura como mucho 45 minutos. La mayoría de las pacientes pueden hacer vida normal tras el tratamiento.

FLEBECTOMÍA

Permite extraer las varices con una especie de ganchito que se introduce a través de pequeñas incisiones, menores de 2 mm. Esta técnica apenas deja marca, porque las incisiones que se realizan son muy pequeñas y no precisan sutura.

STRIPPING

Es la técnica más clásica, aunque cada vez se emplea menos debido a diversos avances médicos como el tratamiento de escleroterapia con microespuma o la utilización del láser. Consiste en introducir una cánula dentro de la variz para arrancarla. Presenta el incómodo inconveniente de que es una intervención que se realiza con anestesia general o al menos epidural, resulta muy molesta y obliga a realizar un largo postoperatorio.