Pacientes

Cáncer, el camino a la cronicidad

La supervivencia frente a tumores mortales agresivos, como el de pulmón, riñón o melanoma, ha pasado de meses a años. La combinación de biológicos y la inmunoterapia permiten mantener latente la enfermedad sin grandes efectos secundarios

Cáncer, el camino a la cronicidad
Cáncer, el camino a la cronicidadlarazon

La supervivencia frente a tumores mortales agresivos, como el de pulmón, riñón o melanoma, ha pasado de meses a años. La combinación de biológicos y la inmunoterapia permiten mantener latente la enfermedad sin grandes efectos secundarios

Si la supervivencia es uno de los retos de la Oncología, conseguir convertirla en una enfermedad crónica mientras llega el tratamiento definitivo comienza a ser una realidad. El presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Miguel Martín, destaca una mejora de la supervivencia al cáncer ya que, en términos generales, más de la mitad, hasta un 53%, de estos pacientes se acaba curando. En este sentido, Alfredo Carrato, jefe de Oncología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, asegura que «cada vez es mayor el porcentaje de pacientes que convive con el tumor diagnosticado. En el caso de los mayores de 60 o 65 años, muchos consiguen vivir una década, lo que supone que se acercan mucho a la media de vida estimada». Los expertos explican que hoy esa convivencia es «grata», es decir, que lo hacen con una gran calidad de vida.

Resulta importante diferenciar curación de cronicidad, como subraya Javier Cortés, director de la Unidad de Cáncer de Mama del Instituto Oncológico Baselga (IOB), en Madrid. «Excepto en algunos casos de cáncer muy seleccionados como el de testículo, en general cuando el tumor ha hecho metástasis no se puede curar y, el objetivo es aumentar la supervivencia (o duración de vida) y, a veces, cronificar la enfermedad. Muchos de nuestros pacientes empiezan a tener supervivencias muy prolongadas, a veces incluso de muchos años, a pesar de que finalmente el paciente pueda fallecer como consecuencia de la enfermedad. El concepto curación significa que el paciente no vuelve a tener evidencia de ese tipo de cáncer nunca más. Esto es muy frecuente en algunos tipos de cáncer, como muchos de mama, próstata, colon, etcétera, especialmente cuando el tumor esté localizado».

Mientras llega el momento de remisión completa en un periodo de cinco años, hay muchos que viven con un tumor resecado que se ha convertido en metástasis. Su control es posible gracias a la existencia de unidades multidisciplinares, como apunta Ana Lluch, jefa del servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico de Valencia. «Conseguimos cronificar el cáncer de mama, en algunos casos hasta 20 años, ese es el objetivo. Hay muchos tratamientos que además dotan de una buena calidad de vida a los pacientes», expone Lluch.

Un punto en el que los expertos se muestran de acuerdo es en la importancia de que la cronicidad es algo posible gracias a que «los tratamientos que se hacen ahora de manera conjunta en el contexto de equipos multidisciplinares de colaboración de cirujanos, de radioterapeutas, de oncólogos médicos, de biólogos moleculares, patólogos... y también por la disponibilidad de un mayor armamento que nos ayuda a poder ofrecer al paciente desde una segunda línea, hasta una tercera, cuarta, quinta... opción terapéutica. Junto a ello contamos con cirujanos más expertos y operan de forma más precisa», apunta Carrato, quien subraya además que «ahora si no se curan con todo esto, tienen más opciones de vivir con menos carga tumoral y más calidad de vida». Lo que más estropea esta circunstancia es la progresión del tumor.

Como explica el jefe de Oncología del Ramón y Cajal, «el objetivo es disminuir la masa tumoral total, de modo que uno puede vivir con 15 gramos de tumor repartidos entre el pulmón, el hígado y el hueso, porque no le suponen un problema para su vida diaria. Lo que no podría, sería con medio kilo de tumor, ya que se obstruiría el intestino, se ahogaría el pulmón y el hígado no funcionaría. Esa es la diferencia con respecto hace 30 años, donde los recursos eran menores y los pacientes progresaban mucho más». Hoy, se logra controlar la enfermedad con buena calidad de vida, «en el momento en el que el tumor progresa, sólo son uno o dos meses en los que los pacientes tienen que estar sometidos a los cuidados paliativos de forma continua», añade Carrato.

Cambio significativo

Frente los clásicos tumores, como el de mama, en el que las supervivencias son largas, más de una década, ahora hay muchos pacientes que sobrevivien incluso con la enfermedad activa. «Los tratamientos de inmunoterapia ayudan al propio sistema inmunitario que controla el tumor a disminuirlo de tamaño y, así, se queda en un estado latente durante años y años sin progresar, e incluso en ausencia del tratamiento inmunoterápico y se sigue controlando el tumor», cuenta Carrato. Esto sucede en cáncer tan mortales y agresivos como el de pulmón, riñón o melanoma. Muestran largas supervivencias ya que comparados con hace cinco años lo que eran apenas meses hoy son años, «estamos cambiando el escenario, ganamos terreno a la enfermedad y en fin hay más largos supervivientes con el tumor curado y otros que lo mantienen crónico».

Marta Puyol, directora de investigaciones biomédicas de la Fundación de la Asociación Española contra el Cáncer, subraya la imporancia de apoyar la investigación, como lo hacen ellos, o la Fundación de la Mutua Madrileña, que consciente del significado de la inversión en este terreno, este año dedicará una partida de sus 1,7 millones de euros a los tumores ginecológicos e incorporará a Ana Lluch en el comité científico. «Entre nuestras iniciativas, buscamos entender las necesidades de los largos supervivientes y, cada vez más, de aquellos que permanecen crónicos», manifiesta Puyol.