Pacientes

Cirugías que no dejan rastro

El uso de pequeñas incisiones, minilaparoscopia e instrumental percutáneo ofrece resultados estéticos óptimos para el intervenido

La Razón
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Las intervenciones mínimamente invasivas cobran protagonismo en los quirófanos y amplían su capacidad quirúrgica gracias a nuevas técnicas e instrumentos.

Cada día resultan más habituales las cirugías que no dejan huella en el paciente. El bisturí se ha sustituido por un instrumental más preciso que, a través de pequeñas incisiones en la piel, corrige órganos y problemas internos sin que se note. «Cirugía invisible es un término coloquial que utilizamos para referirnos a la cirugía mínimamente invasiva y, especialmente, cuando utilizamos técnicas que hacen que las consecuencias de la cirugía sean prácticamente imperceptibles. La reducción en el número de trócares en cirugía laparoscópica, la minilaparoscopia, el uso de instrumental percutáneo y la cirugía a través de orificios naturales son un ejemplo», apunta Carlos Moreno Sanz, cirujano general y responsable de la Unidad de Cirugía de la Obesidad de Hospital Quirónsalud Ciudad Real. Al mismo tiempo, destaca la disminución de complicaciones y de dolor postoperatorio.

En la actualidad, desde la unidad del hospital manchego se realiza un elevado número de técnicas quirúrgicas que no sólamente resuelven problemas de obesidad en sentido estricto, sino que se dirigen además al tratamiento de otras patologías de gran importancia y relevancia relacionadas con el peso, tales como la diabetes melitus tipo II, la hipertensión arterial o las alteraciones relacionadas con los lípidos, así como algunas otras como trastornos del sueño. Además de éstas, las más habituales que pasan por el quirófano son la colecistectomía, el tratamiento de la hernia de hiato y del reflujo gastroesofágico y la apendicectomía.

Desafío

Desde el punto de vista tecnológico, «la cirugía mínimamente invasiva requiere de equipamientos que permiten visualizar el interior de la cavidad abdominal mediante modernos sistemas de imagen. El instrumental también es específico, contando con pincería, selladores vasculares, dispositivos de sutura y grapadoras quirúrgicas que permiten realizar los procedimientos quirúrgicos con seguridad», explica Moreno Sanz.

Así, para la figura del cirujano «existen procedimientos básicos que se incluyen en el programa formativo de la especialidad –continúa Moreno Sanz–. Sin embargo, existen procedimientos que por su complejidad requieren una formación y entrenamiento específicos». El jefe de la unidad del centro ciudadrealino también destaca, al tiempo, las ventajas que supone para los pacientes: «El intervenido mediante abordaje mínimamente invasivo tiene menos dolor, menos complicaciones de la herida, puede movilizarse antes y recibir el alta de forma precoz. Además, aunque en ocasiones no es prioritario, la utilización de pequeñas incisiones, minilaparoscopia, instrumental percutáneo, etc. proporciona resultados estéticos óptimos». Por eso, Moreno Sanz cree que desde la profesión se ha de seguir profundizando en «conceptos más avanzados en este tipo de cirugía como puede ser la extracción de especímenes a través de orificios naturales, de forma que habremos logrado un gran paradigma: hacer absolutamente imperceptible la cirugía».