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Diagnósticos prefabricados

Una herramienta de inteligencia artificial logra acertar en un 91% de los casos la enfermedad de los pacientes que acuden a Urgencias mediante un sencillo sistema de preguntas y respuestas. Además, reduce el tiempo de espera, la presión asistencial y facilita la labor del personal sanitario en los trámites administrativos

Diagnósticos prefabricados
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Una herramienta de inteligencia artificial logra acertar en un 91% de los casos la enfermedad de los pacientes que acuden a Urgencias mediante un sencillo sistema de preguntas y respuestas

Fue jugando al Akinator, similar al popular «¿Quién es quién?», como se le ocurrió al especialista en Medicina Intensiva, Óscar García Esquirol, crear una aplicación que ayudara a los profesionales sanitarios a evaluar a los pacientes de Urgencias. «Pensé que era lo mismo que hacemos los médicos: vamos preguntando síntomas y descartando enfermedades hasta dar con el diagnóstico», cuenta a A TU SALUD. El resultado fue Mediktor, un «evaluador de salud» basado en inteligencia artificial capaz de identificar en tiempo real los síntomas de los pacientes a través de una serie de preguntas sencillas hasta llegar a un listado de posibles prediagnósticos así como recomendaciones sobre los próximos pasos a seguir.

En estas unidades, y con el objetivo de agilizar y priorizar la atención de las personas que más lo necesitan, se aplica el sistema de triaje, que sirve para clasificar a los pacientes de acuerdo a la urgencia de la atención que necesitan. Para el co fundador de Mediktor esta herramienta iría un paso más allá, «ya que en el fondo el triaje sólo da la prioridad con la que hay que atender a un paciente, pero el médico al que le llega no sabe nada de lo que le pasa, no se le anticipan los síntomas o las posibles enfermedades que encajan con esos síntomas, o las posibles pruebas complementarias».

Lo que pretenden con Mediktor es, además, ganar tiempo, algo muy apreciado tanto por las personas que acuden a las Urgencias como por los propios profesionales de la salud. «Se ahorran muchos trámites en la petición de pruebas o la realización de la historia básica (las preguntas de qué le ha pasado, si tiene fiebre, etc.). Queremos aligerar el trabajo del profesional sanitario ya que todas las preguntas de la herramienta (si toma medicación, antecedentes familiares...) se transcriben en afirmación o negación con lo que ahorramos el 50% del trabajo administrativo del médico (el informe de alta y las peticiones de pruebas complementarias) y evitamos muchos de los pasos que esos trámites administrativos requieren», asegura García Esquirol.

Y, a juzgar por los primeros datos obtenidos en un estudio realizado en las Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona, con 1.015 pacientes, parece que lo están consiguiendo. En el mismo, un sanitario hacía la batería de preguntas de Mediktor pero no se decían las conclusiones de este cuestionario que daba la herramienta. Era después, una vez que ya se tenía el diagnóstico realizado por el médico, que se comparaba el grado de concordancia.

«Logró un 75% de aciertos si se tienen en cuenta los tres primeros diagnósticos y un 91% considerando los diez primeros, lo que demuestra una elevada eficacia con un alto nivel de seguridad», asegura Juan Carlos García-Valdecasas, jefe de Cirugía General y Digestiva de dicho hospital y uno de los investigadores participantes en el ensayo. Por ello, continúa, «consideramos muy interesantes los resultados obtenidos. Por primera vez un programa diseñado para el diagnóstico de enfermedades, es capaz de tener una muy buena capacidad diagnostica, lo que lo valida para su utilización en la clínica». Un éxito aún mayor si se tiene en cuenta que, en un reciente estudio realizado por la Universidad de Harvard con los valoradores de síntomas más reputados que hay en la actualidad (32), el que más acertó tenía un 62% de éxito y con un listado de 20 enfermedades, es decir, el doble que Mediktor, cuenta García Esquirol.

Por eso ahora quieren ir un paso más allá, y para ello han firmado un acuerdo de colaboración con el Hospital Clínico San Carlos de Madrid para aplicarlo en su servicio de Urgencias y, no limitarse a dar sólo un prediagnóstico, sino también para anticipar necesidades de ingreso o quirófano del paciente. «Acabamos de finalizar la recogida de datos inicial sobre más de 400 pacientes de complejidad media y baja y hemos comenzado su análisis, que estimamos que tendremos finalizado en cuatro semanas», cuenta Germán Seara, coordinador de la Unidad de Innovación del Instituto de Investigación Sanitaria San Carlos del hospital madrileño. «Estamos analizando las variables que nos permitan identificar, desde el inicio del proceso, los pacientes con alta probabilidad de necesitar recursos de alto nivel, sobre todo los que tengan que ingresar y los que vayan a necesitar intervenciones quirúrgicas. Creemos que el impacto de estas mejoras sería muy significativo, tanto para el bienestar de los pacientes como para la eficiencia en la gestión de recursos», continúa el experto. Esperan poder tener los resultados analizados de esta primera prueba a lo largo del próximo verano, tras lo cual evaluarán la conveniencia de un estudio más amplio.

En cualquier caso, lo que parece claro es que el uso hospitalario de la inteligencia artificial ha llegado para quedarse. «Hasta ahora ha tenido el objetivo de la validación, pero creemos que en el futuro puede ser utilizado con muchísima más eficacia que los sistemas de triaje que existen, sugiriendo diagnóstico, exploraciones complementarias a realizar y finalmente orientación terapéutica», concluye García-Valdecasas. Una idea con la que coincide Seara: «Pensamos que puede ayudar en el proceso de toma de decisión de los profesionales de urgencias, permitiendo desde el inicio del triaje no sólo una información sobre la ubicación más adecuada para el paciente sino, también, una orientación diagnóstica más precisa que nos ayudaría a acelerar todo el proceso asistencial».

TAMBIÉN EN APLICACIÓN MÓVIL

Pensado, en principio, para los pacientes de Urgencias «por el motor semántico y la discriminación de síntomas con los que está programado», como cuenta su co fundador, Óscar García Esquirol, Mediktor cuenta también con otros usos que van más allá del hospital.

Uno de ellos estaría dirigido a las aseguradoras, como mecanismo para derivar al usuario a un centro y un especialista determinado en función del prediagnóstico. «Pregunta y analiza los síntomas y recomienda a los pacientes qué hacer en función de éstos, cómo actuar, si deben llamar a una ambulancia, pedir cita con especialista o quedarse en casa reposando», explica García Esquirol.

Desde el lanzamiento de su app, en febrero de 2014, ha sido líder de descargas médicas gratuitas en 14 países de todo el mundo, entre los que se encuentran España, México, Argentina, Colombia, Ecuador, Perú, Guatemala o la República Dominica, con más de 600.000 usuarios.