Ministerio de Sanidad

Dispensar biosimilares en la botica mejora la calidad de vida del paciente

Cofares pone su logística al servicio de la farmacia comunitaria para recuperar la dispensación de los medicamentos innovadores en sus oficinas, lo que mejoraría el servicio y el seguimiento de los enfermos

Mesa de clausura del encuentro «La farmacia comunitaria, con y por el paciente», celebrada en la UIMP de Santander
Mesa de clausura del encuentro «La farmacia comunitaria, con y por el paciente», celebrada en la UIMP de Santanderlarazon

Cofares pone su logística al servicio de la farmacia comunitaria para recuperar la dispensación de los medicamentos innovadores en sus oficinas, lo que mejoraría el servicio y el seguimiento de los enfermos

El paciente como eje central de la farmacia comunitaria. Ése es el presente y el futuro de un sector que se enfrenta al reto de adaptarse a las nuevas necesidades de un paciente cada vez más informado y más exigente. «Nuestro modelo farmacéutico es de reconocido prestigio. La cercanía, la accesibilidad, la confianza y la relación estrecha con los usuarios son valores fundamentales que debemos mantener », aseguró Juan Ignacio Güenechea, presidente de Cofares, el pasado miércoles durante la inauguración del encuentro «La farmacia comunitaria, con y por el paciente», celebrado en los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Sin embargo, el sector tiene varios retos pendientes, como es el hecho de plantear nuevas alternativas para combinar eficiencia económica y eficacia para el usuario.

En este difícil tablero de ajedrez la ficha más controvertida es la que representa a los medicamentos biosimilares más costosos, que se dispensan a través de la farmacia hospitalaria, «lo que supone un ahorro de 58 millones de euros a la Administración», según el informe «Acceso a medicamentos biotecnológicos, puntos débiles y situación actual», presentado en el encuentro de la mano de Concha Almarza, directora general de AlQuintiles IMS. «El modelo farmacéutico ideal pasaría porque se dispensen en la farmacia comunitaria ciertos medicamentos biológicos, cuya propiedad mantendría la Administración con pago por servicio a mayoristas y a la farmacia comunitaria. Esto permitiría sostener el ahorro actual, pero mejorando la accesibilidad de los pacientes. Este modelo es posible y viable, pero sólo es un punto de partida», aseguró Almarza. En este sentido, Güenechea fue prudente y no se atrevió a confirmar cuál debe ser el camino a seguir, aunque sí recordó que «desde el sector de la distribución pongo a disposición de la farmacia comunitaria la capacidad logística de Cofares en aras de una solución que sea adecuada a las necesidades actuales del sistema y del paciente, pues los medicamentos innovadores son el futuro». En esta línea, Encarnación Cruz, directora general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, aseguró que «no es una tarea fácil aunar la contención del gasto y la calidad del servicio al paciente, pero llegaremos a un punto de encuentro».

El uso racional de los recursos es, según Güenechea, «un factor decisivo para lograr la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), que pasa por el uso racional de los recursos y por implicarse más en la prevención». En este terreno, las nuevas tecnologías juegan un papel vital como herramienta de difusión de buenos hábitos, «y los farmacéuticos no deben quedar al margen, ya que pueden generar contenidos de gran calidad», aseguró Julio Mayol, director médico y de la Unidad de Innovación del Hospital Clínico San Carlos. Por último, Yolanda Tellaeche, presidenta del Instituto de Formación de Cofares, cerró el encuentro pidiendo a la Administración «que en el proceso de digitalización del SNS esté presente la farmacia. Esto será imprescindible si queremos una Sanidad integradora de los recursos y de los profesionales, ya que los farmacéuticos estamos con los pacientes a diario y aspiramos a darle un cuidado pleno. Para ello sólo es necesario una sabia decisión política».