Enfermedades

El cierre de un centro de rehabilitación concertado dejaría a 170 niños sin atención

El Dionisia Plaza, que ayuda a niños con enfermedades neurológicas y mentales, podría cerrar ante la reducción en el número de jóvenes que le deriva la Comunidad de Madrid

El cierre de un centro de rehabilitación concertado dejaría a 170 niños sin atención
El cierre de un centro de rehabilitación concertado dejaría a 170 niños sin atenciónlarazon

El Dionisia Plaza, que ayuda a niños con enfermedades neurológicas y mentales, podría cerrar ante la reducción en el número de jóvenes que le deriva la Comunidad de Madrid

Nacho es adoptado. Llegó de Ucrania con 4 años, un gran retraso madurativo«no sabía ni subir una escalera» cuenta María Ángeles Saez, su madre– y trastorno del vínculo, una realidad a la que, por desgracia, se enfrentan muchos padres adoptantes. Tras muchas vueltas por diferentes instituciones (colegios, centros de día, hospitales varios...), en los que Nacho no terminaba de encajar, sus padres dieron con el Centro Dionisia Plaza de Rehabilitación Médico Psicopedagógico para niños y adolescentes y, en año y medio la mejora de Nacho ha sido más que notable.

¿La clave? La atención integral del niño y sus necesidades en un solo centro: desde tratamientos de rehabilitación específicos acordes a su situación a su escolarización. A él acuden diariamente cerca de 170 niños con enfermedades neurológicas y/o psiquiátricas como hidrocefalia, epilepsia, retrasos y trastornos del desarrollo, del aprendizaje, del lenguaje o trastornos mentales como TDAH o autismo y les atienden médicos, psicólogos, fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales, enfermeros y maestros que tratan de forma específica el problema de cada uno. Además, el concierto alcanzado con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid desde 2014 lo hizo accesible a muchas familias que, sin el mismo, no podrían costearse una atención de este tipo en un centro privado.

60 niños menos

Sin embargo, este concierto se ve ahora en peligro debido a una serie de problemas surgidos con el cumplimiento de las condiciones del mismo. El principal, el descenso en el número de chicos que les envía la Comunidad. «Al poco de firmarlo hemos visto cómo la cifra de chavales que nos deriva la Administración ha disminuido considerablemente y hemos pasado de 230 pacientes atendidos a los 168 actuales», explica Enrique Plaza, gerente del centro.

El motivo de tal reducción, entienden, se debe al sistema de derivación de los chavales, no a que no haya demanda. «La Administración no está cumpliendo su parte del trato y no entendemos por qué, pues siempre hemos cumplido con los requisitos del acuerdo», asegura Plaza, como mantener al medio centenar de profesionales especializados que trabajan en el centro. Otro problema que ven es el sistema de alta de los niños. «Dependemos de un Comité de Evaluación que es el que da las altas, pero lo hace sin ver a los niños. No sabemos sus criterios y los informes que les remitimos del médico derivante y el centro no son vinculantes», explica Isabel Juárez, directora del Departamento de Psicología del Dionisia Plaza.

Por último, apuntan a que la Comunidad no estaría informando adecuadamente a los médicos encargados de derivar a los chicos (pediatras, neuropediatras y Salud Mental) de la existencia del centro y de su concierto con la Sanidad pública madrileña. Así lo confirman algunos padres, como Rafael Gómez de la Granja, cuyo hijo sufre síndrome de Dravet (un tipo de epilepsia que le provocaba entre 10 y 14 ataques al día, además de un retraso psicomotriz importante), quien cuenta que supo del centro de forma fortuita: «Fuimos nosotros quienes le pedimos a nuestro pediatra que nos derivara al Dionisia pues desconocía su existencia».

La situación generada pone ahora en grave peligro la subsistencia económica del centro, pudiendo llegar éste a desaparecer «ante la imposibilidad material de asumir, con el actual grado de actividad, los costes generados», asegura su gerente. De llegar a este extremo el cierre supondría privar a la sociedad madrileña de un centro único en la Comunidad y que se ha demostrado efectivo. El propio consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, reconoció al Dionisia Plaza el pasado año en la Asamblea como centro concertado de referencia «para la rehabilitación y hospitalización de niños y adolescentes con enfermedades en el sistema nervioso, anomalías congénitas y trastornos mentales en el régimen de hospitalización de día y para la realización de procedimientos terapéuticos de rehabilitación». Sin embargo, este hecho no parece que se esté traduciendo en su utilización en beneficio de los niños madrileños.

«Muchos de ellos se quedarán sin la atención que requieren pues no existe un centro de condiciones similares en Madrid –apunta la doctora Juárez– y, aquellos que ofrecen algunas de sus características son muy caros y muchos padres no podrían acceder a él». A día de hoy estos niños no tienen cabida en los servicios públicos, ni a nivel educativo, ni sanitario «este centro es un recurso único para estos chavales que no pueden seguir el ritmo en un centro de educación ordinaria pero que tampoco encajan en la educación especial», concluye Isabel Juárez.

Más de 15.000 firmas para evitar el cierre

Ante la situación que se ha generado con la Administración y el riesgo de cierre del centro, los padres de los niños que acuden al mismo se han movilizado.

Así, han creado la Plataforma de Familias del Dionisia Plaza y lanzado una recogida de firmas en la plataforma Change.org para pedir a la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, que evite el cierre.

«No nos explicamos las razones para este atropello a los derechos de nuestros hijos, que ya tienen bastante con intentar superar sus dificultades», ponen en la petición. En apenas dos semanas la iniciativa ha conseguido reunir más de 15.000 apoyos.