Pacientes

«El fármaco para la espasticidad no utiliza cannabis sino dos sustancias de la planta»

Dr. José Mª Prieto González. Neurólogo responsable del CSUR de Esclerosis Múltiple del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y profesor asociado de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela
Dr. José Mª Prieto González. Neurólogo responsable del CSUR de Esclerosis Múltiple del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y profesor asociado de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostelalarazon

1-¿Cuál es la incidencia de la esclerosis múltiple (EM) en España?

Aunque hay pequeñas variaciones geográficas, existe una incidencia anual de entre cinco y seis nuevos enfermos por cada 100.000 habitantes y una prevalencia de entre 80 y 100 por cada 100.000 habitantes. Es decir, en España hay unos 45.000 enfermos y sabemos que esta cifra está aumentando.

2-¿Cuántos pacientes con EM sufren espasticidad y cuáles son los síntomas más comunes?

Aproximadamente el 85 por ciento de los enfermos tiene espasticidad en algún momento de la evolución de la enfermedad y más de la mitad de ellos lo califican como moderado o grave. Los síntomas fundamentales son rigidez y dificultad para los movimientos, calambres musculares en las piernas o los brazos (menos veces del tronco) y sacudidas y espasmos dolorosos. Todo ello dificulta la deambulación, interfiere con el sueño y el descanso y condiciona la realización de muchas actividades habituales de la vida diaria.

3-¿Cómo se combate de forma tradicional?

Dado que la espasticidad es consecuencia de un incremento no habitual del tono en los músculos, los fármacos que utilizamos tienen efecto relajante muscular por diferentes mecanismos: diacepán (Valium®) y derivados, baclofeno (Lioresal®) y tizanidina (Sirdalud®), solos o en combinación, y en ocasiones se administra gabapentina y/o clonazepán. En pacientes seleccionados se pueden utilizar inyecciones de toxina botulínica y en menos casos utilizamos bombas de baclofeno que permiten administrarlo directamente en la médula a través de un catéter epidural.

4-¿Qué beneficios aporta el fármaco derivado del cannabis?

Desde hace años se sabe que los derivados cannabinoides tienen efecto relajante muscular y analgésico. Los pacientes que lo utilizan refieren mejoría del dolor y de los espasmos asociados a la espasticidad, lo que influye en la mejora de su calidad de vida. Se han descrito también mejoría de los síntomas urinarios y un efecto regulador del sistema inmune, aunque por el momento los estudios realizados al respecto son escasos. Hay que tener en cuenta que nuestro organismo tiene un sistema cannabinoide propio y que detrás de este fármaco hay muchos años de investigación de este sistema endocannabinoide y un programa clínico que incluyó a más de 1.500 enfermos con esclerosis múltiple.

5-¿Cómo es el uso clínico de este tipo de molécula con este compuesto tan polémico?

Las dos sustancias cannabinoides las utilizamos en forma de espray oral. La dosis es muy variable de un paciente a otro: habitualmente empezamos con dos pulverizaciones diarias aunque lo más frecuente es que necesite realizar entre 6 y 8 administraciones diarias y nunca más de 12. Antes de su prescripción medimos la situación funcional con dos escalas clínicas que miden espasticidad y dolor porque actualmente la administración impone un uso restrictivo: «Pacientes adultos con espasticidad moderada o grave debida a la esclerosis múltiple que no han respondido de forma adecuada a otros medicamentos antiespásticos y que han mostrado una mejoría clínicamente significativa de los síntomas relacionados con la espasticidad durante un periodo inicial de prueba del tratamiento».

6-¿Cómo se comunica al paciente lo que está tomando?

Es necesario que el paciente entienda qué podemos conseguir con este fármaco: la mejoría de los espasmos dolorosos y de la espasticidad le va a mejorar su calidad de vida. Un aspecto importante es que entienda que lo que va a utilizar no es cannabis sino que son dos sustancias extraídas de la planta del cannabis y que han demostrado ser eficaces en el control de los espasmos dolorosos y de la espasticidad de la esclerosis múltiple: son el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol. Insisto, no administramos cannabis, el nombre comercial del fármaco es Sativex®.

7-Si no existiera el compuesto farmacológico, ¿se ha planteado el uso terapéutico del cannabis en su tradicional forma de consumir para los pacientes?

Si, y de hecho hay pacientes que lo utilizan fumado con eficacia variable en la espasticidad y el dolor. Esta variabilidad es así porque la composición no está estandarizada y, por lo tanto, ni su pureza ni su potencia. Pero hay problemas con la forma «tradicional» de consumo: sabemos que fumar el cannabis aumenta el riesgo de cáncer de pulmón; además, la planta del cannabis tiene drogas psicotrópicas adictivas y con el llamado «uso tradicional» el paciente está administrando a su organismo más de 60 sustancias que son las que tiene la planta de la marihuana y muchos de estos compuestos o sus combinaciones son tóxicos para el sistema nervioso, aumentando casi tres veces el riesgo de desarrollar un brote psicótico, y ya hay varios estudios en los que se aprecia que a los tres años esos pacientes ya tienen problemas cognitivos además de una mayor inestabilidad e incoordinación.

8-¿Qué elementos hay que tener en cuenta para que este fármaco no interfiera en la vida de los pacientes? ¿Crea dependencia?

Ya tenemos bastante experiencia con el fármaco y si los pacientes hacen una titulación inicial correcta, una vez que se alcanza la dosis eficaz no ha sido necesario suspender el tratamiento cuando se utiliza a largo plazo, ni por intolerancia ni por efectos adversos al mismo. No hay necesidad de aumentar la dosis con el uso a largo plazo, no se han descrito efectos sobre la cognición y en dos estudios específicos realizados al respecto tampoco hemos visto síntomas de dependencia cuando ha sido necesario suspenderlo. Vuelvo a insistir en la importancia de resaltar que no utilizamos marihuana sino dos de los más de 60 compuestos que tiene la planta del cannabis.

9-¿Se prescribe de forma crónica o por etapas o dosis determinadas?

Como he dicho antes, es necesario hacer una titulación progresiva: se empieza por una dosis baja y cada 2 o 3 días se aumenta la dosis hasta conseguir la desaparición de los espasmos dolorosos sin efectos secundarios. Suele ser suficiente con 6-8 aplicaciones diarias hasta una máximo de 12. Actualmente en todo el mundo ya han sido tratados más de 30.000 pacientes con buena tolerancia a largo plazo y sin efectos secundarios distintos de los que ya conocíamos.

10-¿Qué otras aplicaciones existen para este tipo de moléculas?

Los derivados cannabinoides no son compuestos de uso tan reciente en medicina. Además de en el control del dolor, tienen efectos psicomotores, en el control del apetito, impiden los vómitos y se están probando como neuroprotectores en la isquemia y en el traumatismo cerebral. Por esta razón en EE UU, Puerto Rico, Argentina, México, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y algunos países de Europa se utilizan para evitar las náuseas y vómitos causados por la quimioterapia del cáncer y en la pérdida apetito y la anorexia de los pacientes con sida.