Prevención

«El síndrome Brugada causa el 30% de las muertes súbitas»

Josep Brugada / Jefe Unidad de Arritmias Clínica El Pilar-Sant Jordi

Josep Brugada / Jefe Unidad de Arritmias Clínica El Pilar-Sant Jordi
Josep Brugada / Jefe Unidad de Arritmias Clínica El Pilar-Sant Jordilarazon

La enfermedad cardiovascular encabeza la mortalidad en nuestro país, pero este dato va ligado a otro muy esperanzador, ya que también es la patología mortal que más ha descendido en los últimos diez años.

La enfermedad cardiovascular encabeza la mortalidad en nuestro país, pero este dato va ligado a otro muy esperanzador, ya que también es la patología mortal que más ha descendido en los últimos diez años.

-Han identificado un síndrome con su nombre. ¿Cómo se bautizó?

-En 1992 publicamos los casos de pacientes con unas características especiales. Habían sufrido arritmias ventriculares malignas y algunos una muerte súbita recuperada, y presentaban un electrocardiograma muy particular. Los estudios posteriores mostraron que se trataba de una enfermedad de los canales eléctricos del corazón y que tenía una base genética. En el año 1996, un investigador japonés denominó por primera vez a estos pacientes como portadores de un síndrome de Brugada.

-¿Por qué se enmarca dentro de las cardiopatías de muerte súbita?

-Este síndrome afecta a los canales eléctricos cardiacos y provoca que éstos funcionen inadecuadamente. Esto significa que la electricidad de las células cardiacas está alterada y puede provocar arritmias ventriculares malignas, capaces de producir la muerte súbita cardiaca. Se calcula que alrededor de un 55% de todas las muertes súbitas se produce por este defecto y causa el 30% de todas las muertes súbitas en individuos con un corazón «normal».

-¿Cuál es la incidencia y prevalencia de esta dolencia en nuestro país?

-Se estima que en España hay un paciente por cada 5.000 personas, pero sólo una pequeña parte de éstos desarrollarán arritmias malignas.

-¿Cuáles son los métodos diagnósticos que se emplean?

-El diagnóstico de este síndrome se hace a partir del electrocardiograma (ECG) que muestra unas características específicas. A partir de ahí, sospechamos el diagnóstico; sin embargo hay que confirmarlo con una prueba farmacológica que desenmascara las características electrocardiográficas completas.

-¿Con qué síntomas da la cara esta afectación cardiaca?

-En la mayoría de los casos es asintomática. En los pacientes con riesgo se pueden presentar episodios sincopales de pérdida de consciencia.

-Una vez confirmado, ¿cuál es el abordaje terapéutico?

-Lo primero es definir el grado de riesgo de cada paciente y a partir de ahí se pueden plantear diversas alternativas: Desde un seguimiento clínico sin tratamiento específico en caso de muy bajo riesgo, hasta el implante de un desfibrilador profiláctico en casos de encontrarnos ante un riesgo medio/alto. También se puede plantear el implante de un sistema de monitorización denominado Holter subcutáneo y en otros se puede planificar la realización de una intervención llamada ablación epicárdica, con el fin de eliminar la zona que puede causar las arritmias.

-¿Cómo es el seguimiento de los pacientes en la Unidad de Arritmias?

-Se siguen en función de su riesgo. Se realizan ECG seriados, ecocardiogramas, Holter o seguimiento del dispositivo implantado. En caso de duda, se pueden elaborar estudios más complejos como una resonancia cardiaca.