Ministerio de Sanidad

Gripe: La cepa predominante este año compromete la vida de los enfermos con factores de riesgo

En pleno ascenso. Así califican los médicos el momento epidemiológico que se vive con la llegada del virus estacional. Este año la climatología ha hecho que llegue antes y coincida con el virus sincitial respiratorio humano (VSR), que afecta a los más pequeños –menores de 2 años– y que, en su caso, se ha retrasado casi tres de semanas

Gripe: La cepa predominante este año compromete la vida de los enfermos con factores de riesgo
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En pleno ascenso. Así califican los médicos el momento epidemiológico que se vive con la llegada del virus estaciona

Colapso. Los servicios de Urgencias no dan abasto e incluso se abren plantas hospitalarias sólo para acoger a los pacientes con el virus estacional que ven agravadas sus patologías de base, muchas de ellas respiratorias. La epidemia de gripe vive su «mejor momento» y todavía quedan un par de «semanas de ascenso» como apuntan los expertos consultados por este semanario. En concreto, Francisco Javier García Pérez, neumólogo y coordinador del Área de Tuberculosis e infecciones Respiratorias (TIR) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) explica que «estamos en pleno pico epidémico». El Sistema centinela de vigilancia de gripe en España (ScVGE), en su último boletín emitido el pasado jueves, apunta que la tasa global de incidencia de gripe aumenta a 174,5 casos por 100.000 habitantes. Y puntualiza que se trata de una difusión epidémica, un nivel de intensidad bajo y una evolución creciente. Además, García Pérez apunta que «no deberíamos comparar con el año pasado porque fue atípico, ya que no hubo una epidemia de gripe significativa, fue una campaña mucho más suave».

Lo cierto es que si se toma como referencia las pasadas temporadas de gripe, no es habitual, excepto en 2013-2014 y en 2007-2008, «es que la epidemia llegaba a su pico más alto a mediados de enero, finales de mes. Este año ha comenzado el brote a principios de diciembre y ahora estamos en ascenso», explica Mirian Fernández Alonso, especialista en Microbiología y Parasitología de la Clínica Universidad de Navarra (CUN). En las citadas temporadas, la epidemia también fue anómala, como apunta Fernández Alonso: «Es verdad que en estos últimos años, la epidemia había venido más tarde, por lo que en esta ocasión se ha podido adelantar entre 15 días y un mes. De todas maneras, sí que recuerdo que en temporadas anteriores, se dio una ola de gripe que empezó a finales de agosto y continuo en septiembre».

¿Por qué?

La suma de varios factores tiene como resultado una epidemia que hoy pone en jaque a la asistencia sanitaria ambulatoria y a los servicios de urgencias. Y el binomio frío y contaminación tiene mucho que ver. «La temperatura afecta junto a otras circunstancias como el elevado contacto poblaciones debido a las festividades, las aglomeraciones en las ciudades. El clima seco y las temperaturas extremas, unidas a la contaminación, no sólo procedente del tráfico sino también de las calefacciones debido a una bajada de los termómetros, son el ambiente ideal para que el virus de la gripe encuentre su nicho. Las ciudades que sufren el pico epidémico son justo las que responde a esta descripción», subraya García Pérez.

Una de las zonas más castigadas por la gripe, según el último boletín del ScVGE, es Castilla y León, que justo según la Agencia Española de Meteorología (Aemet) sufrió en el mes de diciembre las temperaturas más bajas, lo que coloca a la comunidad en la diana del virus. Junto a ella, media España se haya en «rojo» en el mapa de difusión y los experto piensa que en unos 15 días todo tenga ese color. Mientras las temperaturas se mantengan bajas, se espera que todavía el pico epidémicos siga en ascenso, al menos, unos diez o quince días.

Fernández Alonso reconoce que «es verdad que el otoño ha sido muy cálido, ha hecho mucho calor, pero el cambio ha sido brusco al llegar diciembre. Como la gripe responde a virus muy invernales que se transmiten muy fácilmente en temperaturas frías, su expansión está asegurada. También es verdad que la ola de frío ha llegado pronto, pero, además de repente y además de forma muy extrema». Sin embargo, la microbióloga de la CUN asegura que no sólo la gripe tenía compañía, que también ha servido para colapsar servicios de urgencia, en esta ocasión pediátricos. «Existen otros factores o hechos que se unen a la epidemia estacional: se ha retrasado la llegada del el virus respiratorio sincitial (VRS) –que es el virus que produce bronquiolitis en los niños pequeños, requiere ingreso hospitalario y normalmente suele darse hacia el mes de noviembre–, que otros años llega antes y en esta ocasión, de nuevo por las temperaturas, aterrizó en diciembre, con lo que ha coincidido también con la de la gripe. Ha habido como una mezcla de dos epidemias». La portavoz de la Seimc asegura que esto es así y añade que «también se han visto casos de VRS en adultos que se han unido a los de gripe».

¿Vacunarse ahora?

Llegados a este punto, muchos seguro se arrepienten de no haberse adherido a la campaña de vacunación. «Ahora sería dificil que la vacuna tuviera efecto, ya que se necesitan unas semanas para generar anticuerpos. Si se hubiera planteado esto hace unas semanas, a principios de diciembre, como muy tarde, hubiera respondido que sí, pero en plena epidemia no tiene sentido», subraya el portavoz de Separ. Sin embargo, cabe preguntarse si la incidencia de la gripe puede ser mayor, dado que este año se ha retrasado la campaña de vacunación un mes dada la tendencia de epidemia de las pasadas temporadas. Fernández Alonso aclara que «en principio no tiene que haber ningún problema. La vacunación ha sido en octubre y no en septiembre. Se ha retrasado un mes la campaña pero no creo que haya afectado a la inmunización, porque con tres semanas de diferencia es más que suficiente para conseguir una inmunización. Ha habido tiempo suficiente. Aunque todo esto se sabrá mejor cuando podamos recopilar todos los datos de la gripe al finalizar la campaña».

En cuanto a la cobertura de la vacuna respecto a las cepas circulantes, la microbióloga asegura que de momento no hay discrepancias significativas. «Hay que tener en cuenta que la cepa predominante –según el ScVGE– que está circulando es de tipo A-H3N2 y esa es diferente a las de temporadas anteriores –aunque hay que señalar que está incluida en la vacuna actual–». Además, «dentro de la misma epidemia se van produciendo mutaciones en distintas localizaciones del genoma viral que van dando lugar a modificaciones que le sirven al microorganismo para evadir el sistema inmune e incluso a lo largo de la misma epidemia va cambiando la susceptibilidad y la inmunidad de la población. Eso hace que las vacunas no sean al 100% efectivas sino que anda la efectividad entre el 40 y el 70%, pero dependiendo también del sistema inmune las personas que se vacunan, y de variables personales, junto a cómo se esté modificando la cepa», argumenta Fernández Alonso.

Los ingresos y la mortalidad relacionada con la gripe se debe sobre todo a la población con patologías –enfermedad cardiovascular crónica, diabetes y EPOC, entre otras– que la gripe podría agravar, en un 90 por ciento, como apunta el informe. Esto puede encontrar su respuesta en que «esta cepa, la A(H3N2), causa mas complicaciones en los grupos de riesgo más elevado», subraya Antoni Trilla, médico epidemiólogo del Hospital Clínic de Barcelona y profesor de Salud Pública de la Universidad de Barcelona.

Por edad, ¿a quién afecta más?

A diferencia de años anteriores, los principales grupos poblaciones afectados corresponden a adultos. «Esto se debe a que el pico epidémico ha tenido su punto de ascenso cuando los niños aún estaban en sus casas», explica Fernández Alonso. Así, en el informe del ScVGE se recoge que por grupos de edad, se observa un incremento significativo en las tasas de incidencia de gripe en los grupos de 15-64 y mayores de 64 años, mientras que en el grupo de 0-4 años el aumento no es significativo, y en el de 5-14 años decrece. Sin embargo, Elisa Cordero, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), se muestra contraria a este hecho ya que «en las gráficas recogidas por el sistema de seguimiento la población infantil siempre va por delante en cifras. Quizás, el efecto ‘‘colegio’’ no ha sido tan significativo y los datos muestran la tendencia de siempre».