Prevención

La artrosis no es sólo una enfermedad de mayores

Nace la OAFI (Osteoarthritis Foundation Internacional) de la mano del doctor Josep Vergés para dar soporte a los pacientes y ayudarlos a tratar la enfermedad

La artrosis no es sólo una enfermedad de mayores
La artrosis no es sólo una enfermedad de mayoreslarazon

Nace la OAFI (Osteoarthritis Foundation Internacional) de la mano del doctor Josep Vergés para dar soporte a los pacientes y ayudarlos a tratar la enfermedad

A pesar de que sólo en España hay siete millones de personas que la padecen, la artrosis es una enfermedad obviada por la mayor parte de la sociedad, ya que se achaca a las consecuencias propias de la vejez. Lesiona los cartílagos y los huesos, produce dolor, rigidez e incapacidad funcional.

No obstante, esta patología reumática afecta a varios segmentos de población: además de a los mayores , los deportistas de alto nivel, las mujeres que llegan a la menopausia y, sobre todo, las personas con sobrepeso y obesidad tienen más riesgo de padecerla. Su impacto social es tremendo, es la primera causa de incapacidad laboral permanente y la tercera de incapacidad temporal, lo que supone un coste para el Estado de más de 4,7 millones de euros. Es más, con la actual esperanza de vida y con una población cada vez más envejecida se prevé que los enfermos de artrosis puedan llegar a duplicarse. Sin embargo, el sistema sanitario sigue sin dar importancia a esta dolencia. Ocurre que los médicos de atención primaria, los primeros en detectarla, saturados por las largas listas de espera, no tienen ni el tiempo ni los recursos suficientes para formar a los pacientes en la prevención y el tratamiento; además, los programas de rehabilitación son muy limitados y tampoco existe un soporte de la Administración para elaborar un plan nacional que conciencie sobre esta enfermedad degenerativa y que ayude a prevenirla.

Todos representados

Para dar soporte a todos estos pacientes que se sienten desprotegidos ha nacido la Osteoarthritis Foundation Internacional (OAFI), un conglomerado de asociaciones y fundaciones de Europa, EE UU y América Latina dedicadas a la artrosis, con sede en Barcelona. Liderada por el doctor Josep Vergés Milano, experimentado profesional de la medicina y farmacólogo clínico, esta fundación de carácter internacional tiene como objetivo concienciar a la sociedad con campañas de sensibilización, elaborar programas sociales para ayudar a los pacientes a mejorar su calidad de vida, colaborar con el sistema sanitario público para mejorar el uso de recursos y promover un plan nacional contra esta enfermedad. «Principalmente desde la OAFI lo que queremos es formar a los pacientes para que conozcan la enfermedad y sepan cómo gestionar los problemas de las articulaciones», manifestó su creador Josep Vergés en la rueda de prensa de su presentación el pasado miércoles en la capital catalana, en la que también participó Ann M. Palmer, presidenta de la fundación estadounidense, la más grande del mundo, ya que cuenta con 18 millones de pacientes y más de medio millón de voluntarios.

Vergés explicó que la prevención de la artrosis debería iniciarse en la infancia ya que «igual que se les enseña a los niños a cepillarse los dientes para prevenir las caries, hay que enseñarles a hacer ejercicio de forma saludable y con las técnicas recomendadas, a llevar un buen calzado y a seguir una dieta adecuada». De hecho, se sabe que la obesidad es el mayor factor de riesgo para desarrollar esta patología, hasta el punto de que más del 50 por ciento de las personas que sufren artrosis también padecen sobrepeso u obesidad. Otros factores de riesgo, son la carga genética (en 30 por ciento de los casos), el tipo de trabajo que se desempeñe, o haber practicado deporte de medio o alto nivel.

En la actualidad, el tratamiento indicado para combatir la artrosis es la práctica del ejercicio físico pautado por un profesional médico, la pérdida de peso y la rehabilitación. Cuando esto fracasa o no puede realizarse (en el caso de las personas mayores o de los obesos mórbidos) se recurre a los analgésicos y a otros fármacos como la cosamina.

En el caso de los antiinflamatorios, se aconseja limitar su uso debido a sus efectos secundarios, que se multiplican con la edad. A lo último que se recurre es a las intervenciones quirúrgicas y a la implantación de prótesis. No obstante, han salido a la luz varios tratamientos de carácter experimental como el trasplante de condrocitos y el uso de factores de crecimiento, a través de infiltraciones de las proteínas que se encuentran en el propio plasma. El futuro, según Vergés, pasará por conseguir la imprensión en 3D de los cartílagos para las intervenciones quirúrgicas.