Investigación científica

La medicina hiperbárica acorta un 50% el tiempo de recuperación

Respirar oxígeno presurizado consigue mejorar el rendimiento físico de los deportistas y reducir la curación de ciertas lesiones a la mitad

La Clínica Revitacell dispone de la única cámara hiperbárica monoplaza Perry existente en España
La Clínica Revitacell dispone de la única cámara hiperbárica monoplaza Perry existente en Españalarazon

Respirar oxígeno presurizado consigue mejorar el rendimiento físico de los deportistas y reducir la curación de ciertas lesiones a la mitad

Cuando respiramos oxígeno puro a una presión por encima de la atmosférica se consigue un incremento importante del oxígeno en la sangre, lo que aumenta la oxigenación en todas las células del cuerpo y en los tejidos.

En ello se fundamenta la medicina hiperbárica, una disciplina que durante años estuvo relegada al campo del submarinismo y las enfermedades por descompresión pero de la que, poco a poco, se van descubriendo nuevas aplicaciones. «La medicina hiperbárica tiene numerosos beneficios para la salud, abordando infinidad de patologías: permite curar lesiones óseas, algunos tipos de infecciones, disminuye el edema inflamatorio, mejora la cicatrización de heridas, el pie diabético, reduce el estrés, la depresión, el cansancio, etc.», explica el doctor Carlos Santelli, especialista en esta disciplina y vicepresidente y asesor médico de la Clínica Revitacell de Madrid.

¿Y cómo lo consigue? «El aire que respiramos normalmente contiene un 20% de oxígeno, pero aumentando la presión atmosférica logramos aire con el 100% de oxígeno. Es lo que sucede cuando se pasa de 1,5 a 3 atmósferas de presión; por encima de 1,5 el transporte del oxígeno en sangre se convierte en líquido y así se optimiza su llegada a cada célula del organismo», explica el experto.

Aplicaciones

Por ello los problemas vasculares o circulatorios, o los de cicatrización son algunas de las indicaciones en las que se obtienen mejores resultados, como el pie diabético o las úlceras varicosas, pues proporciona elevadas cantidades de oxígeno en la sangre arterial y venosa, lo que es aprovechado por todos los tejidos del cuerpo.

Y ello, apunta Santelli, ayuda a recuperar los tejidos dañados, estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos, aumenta la producción de colágeno y acelera los procesos de cicatrización, refuerza el sistema inmunológico, combate los radicales libres y aumenta la función antioxidante del organismo, y tiene actividad antibacteriana.

Sin embargo, uno de los campos en los que está logrando mayor desarrollo es en el de la medicina deportiva. Tanto es así que la estarían utilizando numerosos jugadores de élite e incluso clubes de fútbol profesional para , de una parte, aumentar el rendimiento físico de los deportistas pero, sobre todo, en la recuperación de lesiones. «Acorta el tiempo de a la mitad –asegura el doctor Santelli– pues acelera el funcionamiento normal del organismo (gracias a esa optimización del transporte del oxígeno en los tejidos), y con ello también los procesos de curación».

Algunas de las lesiones que se verían más beneficiadas por su aplicación son las rotura de ligamentos o tendones, los esguinces y así como en el caso de fracturas de huesos.

En cualquier caso, y como advierte Miguel Garber, director médico del centro y prestigioso especialista en tratamientos de células madre, «no todos los tratamientos que se ofrecen hoy en día son seguros y efectivos, por lo que debemos asegurarnos que tanto el servicio como la tecnología aplicada son adecuados».