El cáncer que ocultan las bebidas calientes

Un nuevo informe de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer afirma que tomar líquidos a una temperatura superior a 65 grados puede producir tumores en el esófago pero descarta que el café sea perjudicial

Tomar bebidas muy calientes, prácticamente hirviendo, forma parte de la tradición de diferentes culturas. En China o Japón, desde pequeños, toman el té apenas unos minutos después de que deje de hervir en la tetera. Es una costumbre que, sin saberlo, va haciendo mella en el esófago, como anunció ayer la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), que pertenece a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este organismo que, periódicamente, revisa las evidencias científicas que existen de diferentes productos ha analizado más de mil artículos para determinar que «todas las bebidas muy calientes podrían causar cáncer de esófago». No se descarta ningún líquido. Han analizado tanto el agua como el mate y el café y su conclusión es la misma: beber cualquier sustancia a más de 65 grados puede producir cáncer.

En concreto, lo que ha hecho esta agencia es analizar todos los trabajos científicos que han estudiado bebidas calientes como la hierba mate, una infusión que se consume principalmente en América del Sur, o el té y otras bebidas típicas que se toman en China, Irán, Japón y Turquía, países donde la prevalencia de este tipo de tumor maligno es muy alta. «Los resultados que hemos obtenido muestran que la temperatura es la responsable de este tipo de cáncer, y no tanto las bebidas en sí», afirmó durante la rueda de prensa Christopher Wild, director de la IARC. Y es que el cáncer de esófago es la octava causa de muerte en el mundo. En 2012 se registraron cerca de 400.000 muertes relacionadas con esta enfermedad.

«Varios estudios previos ya iban alertando de que las bebidas demasiado calientes podían tener relación, sin embargo es una costumbre que está muy alejada de la nuestra. No existe una estimación concreta, pero las nuestras no suelen superar los 40 o 50 grados», afirma Jorge Aparicio, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe de Oncología del Hospital La Fe de Valencia. «Tenemos claro que la temperatura cuanto más alta, más perjudicial y en países asiáticos pueden tomar bebidas cercanas a la ebullición», añade. Como sostiene el oncólogo, «en estos países poco a poco van ganando en tolerancia. Es esa quemadura que se va creando en el esófago y que se hace crónica la responsable del cáncer». El experto afirma que si tomáramos alimentos a una temperatura tan elevada, el resultado sería igual de perjudicial. «Los daños en la mucosa del esófago acarrean una inflamación que puede desembocar en cáncer porque esos daños producidos en la mucosa se traducen en una pérdida de células que tienen que ser regeneradas y, por tanto, pueden aparecer células malas», añade Pedro Lara, presidente de la SEOR (Sociedad Española de Oncología Radioterápica).

Por eso «recomendamos ser prudentes y dejar que las bebidas calientes se enfríen. El consejo de la OMS es que no se consuman alimentos o bebidas cuando estén hirviendo», añadió Gregory Hartl, portavoz oficial de la OMS. Eso sí, insistió en que los principales responsables del cáncer de esófago siguen siendo el tabaco y el alcohol. En cualquier caso, a raíz de este nuevo estudio, las bebidas muy calientes pasan ahora a formar parte del grupo 2A de la IARC como probables cancerígenos. En este mismo grupo también se incluye la carne roja.

Del informe de la IARC no todo son malas noticias. Tras sembrar la duda sobre la relación del café con los tumores malignos, en este mismo estudio la descartan. Así, ahora no aprecian vinculación de esta bebida con el cáncer de mama o el de próstata. «Siempre ha habido una relación espuria al relacionarla con el cáncer de vejiga», afirma Lara. Una gran noticia para los 22 millones de bebedores de café que hay en España.