Enfermedades

Productos que no pueden faltar en el botiquín si se va de viaje

El «kit de primeros auxilios» debería incluir tratamientos para las afecciones más frecuentes en verano: quemaduras solares, traumatismos leves, picaduras y trastornos digestivos

Un kit de viaje que cubra necesidades básicas puede ser muy útil
Un kit de viaje que cubra necesidades básicas puede ser muy útillarazon

El «kit de primeros auxilios» debería incluir tratamientos para las afecciones más frecuentes en verano: quemaduras solares, traumatismos leves, picaduras y trastornos digestivos

Comienzan los preparativos para las ansiadas vacaciones de verano y en la lista de cosas que llenan nuestro equipaje no deberíamos olvidar incluir un botiquín básico. Dependiendo de las personas que viajen y del destino elegido será necesario contar con una serie de medicamentos y materiales que puedan sacarnos de más de un apuro en caso de que se produzca algún pequeño accidente que no revista gravedad.

Como señala Cecilia Almuiña, directora de International Medical Institute del Hospital Vithas Internacional, «los cambios en el estilo de vida que acontecen durante los viajes pueden propiciar la aparición de determinados trastornos y dolencias típicos del período estival». Preparar un kit de primeros auxilios, que cubra las necesidades más básicas y se ajuste a las características de los posibles usuarios, puede ser muy útil.

En este sentido, cabe destacar las principales afecciones que pueden sufrir los viajeros. «Las quemaduras solares suelen ser de las más frecuentes, por ello es importante incluir en nuestro equipaje, no sólo protectores solares como material imprescindible para un bronceado saludable, sino además productos de hidratación para aplicar tras la exposición solar», afirma la especialista.

Además, pueden ser comunes los traumatismos leves, como las contusiones, torceduras o golpes, las rozaduras, las picaduras de insectos, los trastornos digestivos y las afecciones cutáneas. Si viajamos con niños es importante también «tener en cuenta la posibilidad de que padezcan mareos en coche o en el medio de transporte en el que nos desplacemos», apunta Almuiña.

Por último, el botiquín ha de mantenerse en condiciones adecuadas de luz y temperatura (por lo que es recomendable guardarlo en un lugar fresco y seco y fuera del alcance de los niños), no mezclar los envases de los medicamentos, conservar los prospectos y revisar la fecha de caducidad.

Viajes internacionales

Por su parte la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) aconseja, con el objetivo de disfrutar de unas vacaciones saludables, la adopción de precauciones antes del viaje. En función de los posibles riesgos en materia de salud del destino, y del tipo de viaje, se debe acudir a los servicios de sanidad exterior, donde se proporcionará información personalizada sobre la medicación y vacunas adecuadas. Asimismo, es recomendable averiguar si se tiene garantizada la asistencia sanitaria en el extranjero y solicitar información sobre posibles convenios recíprocos en materia de asistencia sanitaria entre el país de residencia y el de destino.

Si se viaja por Europa es también interesante adquirir previamente la Tarjeta Sanitaria Europea, que garantiza la asistencia sanitaria en caso de necesitarla. Si bien es cierto que no sustituye al seguro de viaje o de salud, es útil en el caso de necesitar atención médica urgente ocasional o por enfermedad crónica.

Y, en caso de padecer una enfermedad crónica, es recomendable solicitar un informe al médico (mejor en inglés si se viaja fuera del país), que explique el diagnóstico y la medicación del paciente.

Botiquín básico

Para las heridas: Gasas, algodón, tiritas, esparadrapo, alcohol de 96º y vendas.

Para el dolor: Antiinflamatorios y analgésicos.

Para el sol: Protección solar, hidratante y loción aftersun.

Para las picaduras: Repelente para prevenirlas y cremas para su

tratamiento.

Trastornos digestivos: Antiácidos, antidiarréicos y suero fisiológico.