«Tenemos el 80% de éxito evitando la caída del pelo por quimioterapia»

Ángel Valdivieso / Responsable de Oncoalopex

-¿Qué es Oncoalopex?

-Somos la primera empresa 100% española que ofrece un servicio a las personas con cáncer que están en tratamiento de quimioterapia para prevenir la caída del cabello. Nuestro principio es muy simple: el frío, aplicado al cuero cabelludo, produce la vasoconstricción de los pequeños capilares que irrigan las raíces del pelo por lo cual los fármacos agresivos usados en la «quimio» no llegan en su totalidad a penetrar en el folículo piloso, lo que evita la caída del pelo.

-¿Y cómo se aplica?

-Es un gorrito que ponemos al paciente en la cabeza mientras le dan la «quimio», siempre un poco antes de que empiece con ella y un poco después. Nos desplazamos a cualquier centro de Madrid (y de España también), pero nos tienen que avisar con antelación para que el centro nos dé permiso para poner allí el tratamiento. En Madrid hemos trabajado con tres hospitales distintos y no ha habido ningún problema.

-¿Qué porcentaje de éxito tiene?

-Con todos los pacientes con los que hemos trabajado ha sido un éxito absoluto. Tiene un porcentaje de fiabilidad altísimo, de más del 80%. A todos, todos los días, se nos cae el pelo. Con la quimio y el tratamiento se te cae un poquito más, pero conservas tu pelo perfectamente.

-¿Y cuánto cuesta?

-Todo depende de las sesiones de «quimio» (cobramos por sesión): las hay que tienen cuatro sesiones, otras 16. Cuantas más sesiones más barato es el tratamiento. De hecho, es un sistema que, incluso el tratamiento más caro, cuesta menos que una peluca oncológica. El precio oscila de unos 130-140€ la sesión a unos 110-105 si son muchas. Una peluca oncológica te cuesta desde 1.500€ una normalita hasta 3.000€, depende de lo que te quieras gastar. Hemos tenido pacientes con tratamientos por 500-600€ y conservan su pelo.

-¿Funciona con cualquier tipo de tumor?

-No, sólo podemos aplicar el tratamiento a pacientes adultos y con tumores sólidos, ya que tanto con pacientes hematológicos como con niños no hay registros ni estudios con el tratamiento que hayan sido fiables. Pero lo fundamental es empezar a tratar a la gente desde la primera sesión de quimioterapia, porque si empezamos con la segunda ya está afectado el cuero cabelludo y entonces las probabilidades de éxito disminuyen muchísimo. Pero si lo damos desde el principio es una pasada.

-¿Cómo responden los pacientes?

-Están súper contentos porque la gente no se lo cree. No se creen que sea fiable. Es algo que se conoce tan poco... pero es que cuando lo ven y ven los resultados... Anímicamente es súper importante. Tú no te ves igual de enfermo si te levantas y te ves calvo total en el espejo que si lo haces con todo tu pelo, aunque estés igual por dentro. Es un estigma que te da la sociedad porque es como exteriorizar tu enfermedad.

-¿Tiene algún tipo de contraindicación?

-No. Lo único es que es un frío muy intenso. Les mojamos el pelo a los pacientes antes de ponerles el gorro y lo que pasa es como cuando éramos pequeños y nos comíamos un polo, que nos dolían las sienes. Pues así, pero luego se pasa y no se enteran de nada porque se les queda adormecida la zona. Hasta ahora no hemos tenido ningún tipo de complicación.