Copa de crema de turrón, mascarpone y fresas

Acabamos el año con un postre. Contundente, aunque muy sencillo y rico, que invita a un larga y distendida sobremesa.

Aprovecho, hoy, el turrón que está sobrando de estas fiestas navideñas. Cocina de aprovechamiento, cocina creativa. El aprovechamiento ha sido, es y será la base de una cocina inteligente. Las grandes recetas de cualquier recetario del mundo se basan, en la mayoría de casos, en la creatividad de las abuelas, de las madres, en definitiva de quien estaba al mando de los fogones. En épocas de escasos recursos, aun hoy en día ocurre, tenías que “buscarte la vida” para dar de comer a tu gente. De ahí surgieron grandes platos.

Hoy, sin ser un gran plato, sí es magnífico. Un postre delicioso para ir acabando estas celebraciones. El turrón que utilizo es uno de yema. Es un producto de temporada. Por lo que aprovecha estos momentos para elaborarlo. Ya te adelanto que gustará a tus invitados, también a ti, por supuesto.

El queso mascarpone es de tipo cremoso, consistente. Es más un yogurt que un queso, aunque se le engloba dentro de la familia de los quesos. Su origen es del norte de Italia.

INGREDIENTES

150 grs. Turrón de yema

250 grs. de queso mascarpone

150 grs. de nata para montar

1 limón (ralladura fina)

4 fresas frescas

ELABORACION

Poner el turrón y el queso mascarpone en un bol. Triturar con un túrmix, hasta conseguir un textura media, ni fluida ni espesa. Reservar en el frigorífico.

Montar la nata, junto con la ralladura de limón, con unas varillas hasta conseguir una textura tersa.

Lavar bien las fresas, retirando la parte verde. Escurrir bien. Cortarlas en trozos pequeños.

SERVICIO

Colocar la crema de turrón y mascarpone en la base de una copa o vaso.

Poner encima de la crema un poco de nata.

Acabar con los trozos de fresa por encima de la nata.

MORDISQUITOS

Puedes aromatizar la nata con el sabor que más te apetezca. En este caso, utilizo el limón. Un sabor muy agradable como contraste en este postre.

También, con toda naturalidad, puedes cambiar las fresas por otra fruta roja. El toque ácido de estas frutas crea un contraste muy acertado.

Como ves en la receta, no utilizo azúcar para la crema. El turrón ya es muy dulce por lo que no conviene añadirle más, por más goloso que seas.

Debido a que hay muchos tipos de turrón de yema, puede que la textura final de la crema te quede muy espesa. Añádele un poco más de queso mascarpone o incluso nata liquida. Insisto, la textura debe ser media para poder saborearlo bien.

Cuando laves las fresas no le quites la parte verde hasta que estén secas. Si se lo quitas antes, la fresa absorbe mucha agua y pierde sabor.

Como puedes ver, es una receta de lo más sencilla y original. Ponte el delantal y ve a por ella.

Diviértete, sé muy feliz cocinando y comparte mesa.

Felices Fiestas.

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