Deliciosas berenjenas a la parmesana

Me gusta esta receta por los aromas que desprende y el sabor a verano que te envuelve. Las berenjenas son hortalizas típicamente veraniegas, es en ese momento cuando mejor están de sazón. Como ya sabes esta elaboración proviene de Italia aunque no está claro el porqué del nombre. Algunos dicen que por el queso parmesano y otros por la ciudad de Parma. En todo caso es un plato delicioso y, aunque no lo parezca, muy sencillo de elaborar.

INGREDIENTES (4 personas)

3 berenjenas grandes

1 tomate mediano

200 grs de sofrito de tomate

150 grs de queso partisano rallado

150 grs de mozzarella

Sal

Aceite de oliva

Albahaca fresca

ELABORACION

Lavar las berenjenas.

Pelar las berenjenas. Cortar en rodajas de 1 cm de grosor.

Poner las rodajas de berenjenas en un colador, espolvoreadas con sal. Déjalas durante unos 20/25 minutos para que suelten el líquido amargo.

Secar muy bien con un papel de cocina.

Cortar el tomate en rodajas finas.

Colocar las rodajas de berenjena en una bandeja de horno. Asarlas en horno precalentado a 180ºC

Colocar en una bandeja de horno una capa de sofrito de tomate, otra de berenjenas, una de rodajas de tomate y otra de mozzarella en rodajas. Haz dos o tres capas iguales. Termina con una capa de berenjena. Entre capas espolvorea un poco de albahaca picada.

Añade una buena capa de queso partisano rallado. Hornea a 180 ºC durante unos 15/20 minutos.

Espolvorea con la albahaca picada.

Servir caliente.

MORDISQUITOS

Para saber si las berenjenas están en su punto debes tocarlas con la mano y si su tacto es duro es una buena berenjena. Desconfiar de las que están flojas y tu dedo se hunde en ellas.

Las berenjenas tiene un ligero sabor amargo por eso la necesidad de salarlas un poco antes de cocinarlas. Así consigues que suelten el líquido que hace que amargan. No te olvides de secarlas muy bien cuando realices esta operación.

No añadas aceite cuando ases las rodajas de berenjena en el horno. Conseguirás una receta más ligera. También puedes asarlas en una sartén sin ningún problema.

Al queso rallado de la última capa puedes mezclarle un huevo batido para conseguir una capa más crujiente, uniforme y dorada.

Este es un plato para elaborar el mismo día en el que lo vayas a comer para disfrutar del crujiente de la primera capa.

Puedes, también, elaborarlo en cazuelas de barro individuales para servir a cada comensal.

Estamos en verano (España) por lo que es un buen momento de preparar esta receta de compartirla con tus amigos y gente cercana. De sonreír y beber un poco de vino fresco, aunque una cerveza bien fría tampoco le irá nada mal.

¡¡Disfruta!!

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