Fideuá de solomillo, alcachofas y bacalao

Sigue siendo el fideuá, junto con la paella, una elaboración muy querida aquí en España. Una muy buena excusa para acompañarse de amigos o familiares los días festivos. Socializar junto a esta fideuá es una fantástica manera de ser feliz. Al menos durante unas horas. La comida, repito, es compartir, disfrutar y reír.

Dependiendo de la zona en donde se cocine, se utilizará un tipo u otro de fideo. Yo, hoy utilizo el más gordo. Me ha parecido bien. También me gusta muchísimo utilizar el fideo tipo “cabello de ángel”. Las dos son opciones muy acertadas.

INGREDIENTES

150 grs. de solomillo (recortes)

150 grs. de bacalao

200 grs. de alcachofas frescas.

300 grs. de fideos gruesos

900 dcl de caldo de ave

Sal

100 grs. de sofrito base

ELABORACIÓN

Cortar el trozo de solomillo en trozos de 1x 1 cm ( más o menos).

Quitar la piel a los trozos de bacalao. Cortar trozos parecidos a los de la carne.

Pelar las alcachofas. Cortar en trozos regulares a lo largo.

Saltear a fuego fuerte las alcachofas y el solomillo en una paellera. Añadir el sofrito, dar unas vueltas. Reservar.

Añadir en la misma paellera los fideos. Sofreír 1 minuto removiéndolos.

Agregar la alcachofa y la carne.

Añadir el caldo.

Dejar cocinar unos 18 minutos.

Servir, esperando unos 5 minutos para que repose la fideuá.

MORDISQUITOS

Alguno pensará que utilizar el solomillo en esta elaboración es un gasto innecesario. En este caso, son recortes que han sobrado de la pieza entera. Aunque no tendría ningún impedimento en utilizar alguna parte más noble.

La fideuá, a diferencia de las paellas de arroz, tiene más aguante, en cuanto a que no se pasan los fideos, por los que es una buena elaboración para esperar a quien no ha llegado puntual.

Una manera muy divertida de comer esta fideuá es colocándola en el centro de la mesa y que cada comensal vaya comiendo directamente de la paellera.

A disfrutar y a sonreír.

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