Terrorismo yihadista

Venganza contra el que se vengó de los que ejercían una “legítima” y “divina” venganza

Venganza contra el que se vengó de los que ejercían una “legítima” y “divina” venganza
Venganza contra el que se vengó de los que ejercían una “legítima” y “divina” venganzalarazon

(Quede claro que quien esto escribe está, como católico, en contra del uso de la venganza, aunque admite la legítima defensa, que no es el caso que nos ocupa).

Conversación irreal (o real, vaya usted a saber) entre Abu Bark el Bagdadi (ABB) el autoproclamado Califa Ibrahim; jefe del Estado Islámico; y su portavoz Abu Hassan al Mujair (AHM).

ABB.- Amado portavoz, ¿es cierto lo que ha llegado a mis oídos de que un kuffar (infiel), de un lugar llamado Gales, ha osado vengarse de nuestra legítima y divina venganza contra los “cruzados” (cristianos) y ha atropellado a hermanos musulmanes que salían del rezo nocturno en una mezquita de Londres?. Que nosotros lo hagamos con los coptos, en Egipto, pertenece a la lógica de los tiempos, pero que salga por ahí un galés a imitarnos...

AHM.- Así es respetado Califa.

ABB..- Y en Gales, ¿qué hacen?

AHM.- Todo blasfemo. Fútbol, rugby, deportes rurales brutales en sí mismos, bebidas alcohólicas, bailes, música, radio, televisión, mujeres sin velo... y para colmo es gente que tiene fama de arrojada y valiente, aunque haya trastornados como el que ha atacado a nuestros hermanos en Londres.

ABB.-¿Hemos puestos en marcha nuestras terminales mediáticas y de influencia en la opinión pública para que se hable, y se condene, la islamofobia que supone este hecho reprobable?

AHM.- Así se ha hecho respetado Califa y con excelentes resultados.

ABB. ¿Y qué más vamos a hacer?

AHM.- Ya hemos anunciado que vamos a vengarnos del que se ha vengado de nuestra venganza contra los “cruzados”, legitimada a través de los siglos.

ABB.- No esperaba menos

El Califa se retira a sus aposentos con una idea que le atormenta desde hace meses y es la de comprender una frase que se atribuye a un personaje de cómic (prohibidos, por supuesto, en el Califato). Decía algo así como que “están locos estos...” y que él aplica, por supuesto, a los “cruzados” en general.