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Venezuela: septiembre de represión

Venezuela: septiembre de represión
Venezuela: septiembre de represiónlarazon

Por Carlos Navarro Ahicart

Tres fatídicos días han pasado desde que el 1 de septiembre los venezolanos salieron a “tomar” las calles de Caracas en una muestra de rechazo y desafección hacia la decisión del CNE de aplazar indefinidamente el referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, una de las principales demandas del pueblo venezolano y de toda la oposición al régimen actualmente.

Hablo con un compañero y coordinador internacional del movimiento ProCiudadanos de Venezuela, Leonardo Becerra, quien me informa sobre la terrible situación y evolución de la macromanifestación, que concentra ya cientos de miles de asistentes en las calles de la capital venezolana. Junto a él, los twitteros @venezolanodecen y @TemplarioResisT, cuyas identidades prefieren no dar a conocer, me hacen llegar información a tiempo real y contenido multimedia de las agresiones y la represión constante de las fuerzas chavistas, que tratan de impedir a toda costa que los ciudadanos expresen su opinión libremente en lo que un día fue su país.

Lo que pretendía ser un levantamiento pacífico y acorde al sentir democrático de la gran mayoría de la población de nuestro país hermano se ha convertido en una verdadera batalla por la libertad de expresión, los derechos políticos y la defensa de la integridad de la nación. Por un lado, encontramos a los verdaderos patriotas: esos hombres y mujeres de a pie que se levantan cada día para tratar de reconstruir una Venezuela hundida, en ruinas, azotada por más de una década de “socialismo del siglo XXI” (sí, ese término que han inventado los líderes intelectuales del movimiento comunista actual para evitar aparentar defender los mismos principios que llevaron a la antigua Unión Soviética a construir el muro de la vergüenza), y humillada a nivel internacional por la nefasta representación a manos de un zote como Maduro; y, por otro, a unos cegados secuaces del poder mal ejercido, de la corrupción del Estado de derecho, cuya única función es golpear, perseguir y encarcelar a todos aquellos que no se adhieran a la línea general de pensamiento impuesto por los ingenieros sociales que rodean a su zopenco particular.

Y es que a todos sorprendería que tal abuso por parte de las instituciones del Estado pudiese ser respaldada por cualquier persona con dos dedos de frente. Pero la realidad siempre supera la ficción, y para eso tenemos en España a nuestros amigos de Izquierda Unida y demás colectivos de descerebrados, que ya han convocado en Madrid una protesta en apoyo de Maduro para el 13 de septiembre, justo un día antes de la jornada nacional de movilización en todas las capitales de Venezuela (según fuentes de SOS Venezuela Barcelona). Esto no sorprende tanto, no obstante, puesto que no es la primera vez que los que se enorgullecen de llamarse a sí mismos “comunistas” muestran su afinidad hacia regímenes autoritarios tales como los de Fidel Castro en Cuba o Kim Jong-un en Corea del Norte. No es más que otra de las múltiples muestras del profundo calado del marxismo cultural en la sociedad contemporánea y, por extensión, de su evidente degeneración.

Pero aquellos que defendemos la libertad y los valores que a ella van ligados lo tenemos claro: solo hay un bando “bueno” en toda esta batalla y, por supuesto, no es el de Maduro y su mafia burocrática y estatista. Es el del panadero de la esquina que no puede conseguir ni harina para producir; el del pequeño empresario que no puede sacar su negocio a flote por la enorme presión del gobierno; el de los padres que no encuentran pañales para sus hijos ni medicinas para sus ancianos; el de los miles y miles de ciudadanos que realizan colas durante horas para poder comprar lo más básico del mundo, de lo que pueden gozar sin privaciones de ningún tipo los arrogantes intelectuales que aquí reivindican las mismas políticas que han llevado a un país rico y con posibilidades a la más profunda de las crisis a todos los niveles. No puede producir en una persona con un mínimo de criterio más que indignación y profunda repulsa.

Por la libertad, por el progreso y por la democracia:

referéndum revocatorio YA.

PD. Mañana saldrán en Madrid a las calles a defender la libertad en Venezuela. Será a las 11 de la mañana y la manifestación partirá de Plaza de España