Un ‘lifting’ para Gran Vía

La palabra “estética” procede del término en latín “aestheticus” y éste a su vez, del griego “aisthçtikós”, “que se percibe por los sentidos”. Define perfectamente la operación de Carmena en Gran Vía. El gran proyecto de Podemos en Madrid tiene mucho de estética y poco de eficacia. Es como si a una persona enferma le hiciéramos un “lifting”. Voy a explicar por qué.

Madrid tiene un problema con su aire. Especialmente entre los meses de noviembre hasta febrero, cualquiera puede apreciar la boina que cubre nuestras cabezas si se aleja un poco de la ciudad. En este contexto, la “prescripción médica” de Podemos es poner el foco mediático sobre un 0,04 por ciento. Recordemos que la longitud de Gran Vía es 1,3 kilómetros frente al total de 3.000 km de vías que dispone la ciudad. La superficialidad de la actuación es palmaria.

Otro de los argumentos de los morados es dar más espacio al peatón. Como de costumbre, coincido con el diagnóstico pero no en la solución. Actualmente, cientos de calles de Madrid incumplen la normativa de accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas. El gobierno de Carmena prioriza actuar sobre Gran Vía a hacerlo en Latina, Carabanchel ó Puente de Vallecas. Esto es lo que tiene el populismo.

Lo peor de todo es lo reaccionarios que se ponen cuando se les pregunta por las operaciones de carga y descarga, el abastecimiento de los comercios, por los efectos sobre el tráfico o por las medidas concretas que permanecerán a partir del 7 de enero de 2018. Da igual que estés de acuerdo con aplicar sus medidas ya que tienes que estar de acuerdo hasta con sus formas, maneras e incluso con su discurso. Ya lo hemos sufrido el año pasado cuando improvisaron los cortes y fueron incapaces de garantizar la seguridad de los viandantes con aquellas cinta policiales que simulaba ser barras de seguridad.

¿Qué hubiera hecho yo al frente de movilidad? Habría acordado con las partes interesadas y afectadas las medidas. Los morados aseguran que la actuación de Gran Vía pretende beneficiar a todos, sin embargo las asociaciones de comerciantes quieren recurrir la medida. En segundo lugar, no fomentaría los colapsos de tráfico que son debidos a la eliminación de carriles sin reducir la entrada de vehículos. En último lugar, hubiera informado y explicado los objetivos de esta medida en el caso de que fuera necesaria.

El “lifting Gran Vía” continuará en 2018. Carmena y los suyos están encantados en que todos los focos mediáticos se centren en esta calle porque les permite tapar los problemas graves que tenemos los madrileños.

Siempre trabajaré para aplicar medidas que beneficien la vida de todos ya que la política no es un “juego de suma cero”, no es obligatorio que unos pierdan para que otros ganen. Por ello, siempre apostaré por sumar en vez de dividir.