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“Marketing, marketing, hacer marketing”

“Marketing, marketing, hacer marketing”
“Marketing, marketing, hacer marketing”larazon

Mientras se celebraba la manifestación del World Pride en Madrid algunos se dedicaban a preparar la estrategia política veraniega que ahora hemos visto plasmada en varias iniciativas parlamentarias de Podemos y, sorprendentemente, de los otros partidos del Tripartito de Oposición, que las han copiado sin disimulo. Pablo Iglesias ordenaba a su portavoz en la Asamblea de Madrid que no diera un respiro al Gobierno de Cristina Cifuentes: “No hay que soltar la presa”. Además, le indicaba el modo de llevarlo a cabo: “marketing, marketing, hacer marketing” durante este verano.

Las órdenes del jefe máximo han sido cumplidas: Podemos registró un escrito en la Asamblea solicitando la celebración urgente de una Diputación Permanente que, a su vez, debía convocar un pleno extraordinario y una comisión de investigación extraordinaria. Quien lea algunas de las palabras de estas últimas líneas -celebración urgente, pleno extraordinario, comisión extraordinaria- podría pensar que ha sucedido algún trágico accidente en Madrid o un grave problema relacionado con la sanidad, la educación u otro servicio público que precisara una rápida solución. Pues no es así, la petición de Podemos se refiere a unos contratos que tuvieron lugar en 2006, hace 11 años ¡Qué urgente!

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha facilitado a la Fiscalía y a la Guardia Civil, durante los últimos meses, 250.000 folios, 43.200 archivos informáticos y 9.300 carpetas de documentación sobre la empresa pública Arpegio. Igualmente, ha remitido información sobre esta misma entidad, con la máxima transparencia, a los diputados de la Asamblea de Madrid que la han requerido. Dentro de esta montaña de documentación, la Administración autonómica comunicó al Juzgado de Instrucción número 6 que no se podían facilitar los originales de unos contratos celebrados en 2006 entre Arpegio y Dusa, porque no aparecían en sus carpetas.

Cuando la Portavoz de Podemos leyó esta información en el diario “El País” encontró la excusa para cumplir aquello del “marketing, marketing, hacer marketing”, que Pablo Iglesias le había ordenado en el Wordl Pride y se apresuró a registrar la iniciativa antes comentada. Aunque la excusa sea muy pobre es más que suficiente para alguien que se hubiera agarrado a un clavo ardiendo.

Da igual que la Portavoz conozca que la propuesta de celebrar un pleno extraordinario es imposible en este momento por la situación de obras de la Asamblea de Madrid. ¡Pablo manda mucho!

No importa que la petición de ese pleno sea contrario al acuerdo unánime de los grupos políticos que contrataron unas imprescindibles obras de modernización, precisamente durante los meses de julio y agosto, para que se interfiriese lo mínimo posible la vida parlamentaria. ¡No hay que soltar la presa!

Es irrelevante que la Comisión de Investigación debiera, si fuera mínimamente seria, actuar conforme a unas reglas de planificación de los trabajos y, en ningún, caso a golpe de titular en los medios de comunicación, y menos cuando el titular es el de una noticia de tercera regional. ¡Los deseos de Pablo son órdenes!

La Portavoz de Podemos es consciente de que hay que hacer marketing, como sea y con lo que sea, porque no se puede permitir desobedecer a su jefe supremo después del fracaso de la moción de censura que se celebró en la Asamblea de Madrid en los primeros días de junio. ¡Las purgas en Podemos no llegan al nivel de las estalinistas, pero son muy duras!

Por tanto, asumiendo que la Portavoz actúe, sin opción alguna, al dictado de la voz de su amo, lo que resulta sorprendente es que los otros dos grupos políticos del Tripartito de Oposición obedezcan, como perrillos falderos, las órdenes del sr. Iglesias y que hayan secundado con otras iniciativas parlamentarias similares el marketing de Podemos.

Podemos, PSOE y Ciudadanos han renunciado a hacer oposición al Gobierno de Cristina Cifuentes. Ante su absoluta falta de ideas para mejorar la calidad y los servicios públicos que se prestan a los madrileños, han optado por convertir su acción política, de manera exclusiva, en radiografiar y criticar la labor de ejecutivos anteriores. Es cierto que la labor del Gobierno del Partido Popular ha sido realmente brillante y les ha dejado poco margen para realizar propuestas alternativas de mejora de la sociedad madrileña, pero su obligación como oposición sería, al menos, esforzarse en proponer alguna aportación y olvidarse de la investigación histórica.

Desde el inicio de la legislatura hemos observado en la Asamblea de Madrid que Podemos marcaba el paso al PSOE. También hemos visto que Ciudadanos votaba en un porcentaje mayor de ocasiones apoyando las propuestas de Podemos que las del Partido Popular. La sorpresa de este mes de julio ha sido que Ciudadanos baile, sin recato alguno, al son de la música del “marketing, marketing, hacer marketing” de Pablo Iglesias. Aquí tenemos una nueva muestra de que el oportunismo feroz de Ciudadanos se acaba fundiendo en sólido abrazo con el populismo de Podemos.