Prevenir: una buena inversión

La temporada estival lleva en España intrínseca el peligro del fuego y más en épocas de sequía como la que vivimos por lo que toda prevención se antoja insuficiente. La masa forestal es un tesoro preciado que todos los ciudadanos deben contribuir a preservar y desde los poderes públicos se tiene que fomentar su cuidado. Es imposible prevenir la caída de un rayo o la mano maliciosa del hombre cuando las condiciones climatológicas son adversas y frenar el avance de un incendio requiere paciencia, esfuerzo ímprobo de las brigadas forestales, los bomberos y, en muchas ocasiones, de la Unidad Militar de Emergencias.

Es por ello que los incendios deberían estar fuera del debate político. No es ético atizar al adversario cuando suceden estos desastres para el medio ambiente. Es algo que en el PP siempre hemos tenido claro: en las fatalidades y los accidentes hay que estar unidos.

No hemos tenido esa actitud benevolente de los adversarios políticos cuando hemos gobernado. Aún recuerdo como en 2012 un incendió originado en Cortes de Pallás por una chispa de una maquinaria de construcción arrasó miles de hectáreas y la hoy vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, aprovechó para cargar contra el PP. Aseguraba entonces que "tras recortar en prevención de incendios para ahorrarse unos cuantos euros, se ha acabado pagando muy caro en extinción y en las consecuencias de incendios devastadores, con familias que han perdido sus casas y parte de su vida". La frase no define a la política sino a la persona.

Ahora, unos años después a Oltra y al propio presidente autonómico, Ximo Puig, –quien también aprovechó para criticar unos supuestos recortes en prevención– les ha tocado vivir un incendio en el parque natural de la Sierra Calderona, el pulmón verde más importante que existe a escasos kilómetros de la ciudad de Valencia a escasos kilómetros. La prevención en la época del tripartito ha brillado por su ausencia. Lo dicen las cifras –hasta mayo solo había ejecutado un 20% del presupuesto para esta partida– y también los bomberos que han actuado en la zona, alguno de los cuales lamenta que los gobiernos “ecologistas” abandonen el monte a su suerte y que cuando se produce un incendio el combustible de masa vegetal sea ingente.

El cuidado de caminos forestales y el impulso de las prácticas agrícolas mejoran las posibilidades de extinción pero Puig, Oltra y los responsables de este área no lo han considerado una prioridad. Más allá de las condiciones particulares climatológicas que favorecen la propagación de un incendio hay una tarea que hacer durante el invierno y la primavera que según los profesionales no se ha tomado con la suficiente diligencia.

Jamás haremos demagogia con estas cuestiones, aunque hayamos sufrido en carne propia las críticas ventajistas. Tampoco callaremos ante acciones como la de Oltra quien recriminó al bombero que denunció el estado de abandono del monte por exponer su legítima opinión. Le mandó callar por haber sido concejal del PP antaño. Como también dijo que las falleras mayores (como ella este año) no deben opinar, cuando se le preguntó qué le parecía que el alcalde de Valencia, Joan Ribó, tildara las Fallas de grotescas.

Lo mismo opinaba de las monjas de un centro de menores que criticaban su gestión de Oltra al frente de su departamento. ¡A callar! La discrepancia no forma parte del diccionario de este Gobierno autonómico. No se admite.

Ahora bien, hay aspectos que sí son totalmente criticables y achacables a la Administración autonómica y que desde el PP sí denunciamos con contundencia. Es el caso que nos ocupa de la Calderona, un parque natural cuyo plan de prevención de incendios expiró en 2016 y un año después no se ha empezado a redactar el nuevo. El fuego pilló a los medios de extinción con toda la labor previa sin hacer porque sin el plan de prevención no ha habido asesoramiento al personal del parque en el mantenimiento de parcelas agrícolas, ejecución de nuevos viales o mantenimiento de los puntos de agua.

Los alcaldes de los municipios que pertenecen a este Parque Natural –la mayoría perteneciente a partidos del mismo signo político que el Gobierno autonómico– también alzaron la voz ante esta situación de dejación, pero sin éxito. Y esta ausencia de planes de prevención se repite en otros catorce parques naturales de la región. Inaceptable.

La labor de fiscalización, sin embargo, va a ser difícil por nuestra parte, ya que Oltra vuelve a huir de las Cortes con un viaje al extranjero y que, como en las anteriores ocasiones no sabemos qué beneficios traen a la Comunidad Valenciana. Oltra se ausentó cuando hubo polémica por la gestión de los centros de menores y ahora con las quejas por la ausencia de cuidado en los montes y su enfrentamiento con profesionales en la lucha contra el fuego. Sus viajes ya le han permitido ausentarse en tres sesiones de control al Gobierno autonómico.

Apoyamos a los vecinos afectados y estaremos junto al Gobierno autonómico para ayudar ante cualquier siniestro de estas características pero no callaremos ante la falta de prevención ni tampoco ante el intento de silenciar las críticas de los profesionales.