Normalidad institucional

“Ustedes, señoras y señores diputados y senadores, son la voz de nuestro pueblo y de su tarea diaria depende en gran medida el futuro de millones de personas. La tarea no es fácil, nadie lo duda, pero en sus manos está. En nuestras manos está; en las de todos. Pongámonos a ello. España y los españoles de hoy y del futuro nos lo piden. Se lo debemos pero, sobre todo, se lo merece”. (Felipe VI en las Cortes Generales)

El Rey Felipe VI, acompañado por la reina doña Letizia y sus hijas, abrió ayer oficialmente la XII Legislatura. Lo hizo con un discurso muy bien elaborado (ya nos tiene acostumbrados) en el que expuso la visión que corresponde al Jefe del Estado, reseñando los grandes valores de España y animando a los parlamentarios a actuar con ejemplaridad. El Rey fue recibido por la gran mayoría de diputados y senadores con una apabullante ovación y despedido, tras el discurso, con un aplauso aún más prolongado y sentido.

Tras su Proclamación en Junio de 2014, era la segunda vez que la Familia Real ocupaba la tribuna de las Cortes Generales y la primera ocasión en la que el monarca ponía en marcha una legislatura tras el fiasco de la anterior y la consiguiente necesidad de repetir las elecciones. La incertidumbre política, su equivalencia en cuestiones internas y el perjuicio sobre el crédito de España ante el mundo ha quedado atrás y ahora toca recuperar el ritmo cotidiano para atajar nuestros grandes problemas, comenzando por el desempleo, la principal preocupación de los españoles.

La apertura oficial de la actividad parlamentaria –en realidad tanto el Pleno como casi todas las Comisiones llevan varios meses de reuniones- marca la señal de vuelta a la normalidadinstitucional. Recuperar la rutina parlamentaria es una muy buena noticia, especialmente para los que tenemos presencia en ambas Cámaras, porque tiene la oportunidad añadida de exponer los problemas de nuestra tierra, proponer soluciones y trabajar por un mejor futuro para todos. Muy pronto llegará el primer gran reto del mandato con la tramitación de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2017 en la que debe reflejarse el impulso que anunció Mariano Rajoy en su investidura. También tiene que percibirse el apoyo de los partidos políticos serios con el fin de dotar a España de un instrumento imprescindible para transformar y mejorar nuestro país.

Desafíos como un nuevo sistema de financiación autonómica, el avance en la modernización de infraestructuras del transporte o la puesta en marcha de medidas a favor de la industria básica y de nuestros agroganaderos y pescadores, tienen que formar parte, entre muchos otros, de la agenda política de la Legislatura recién inaugurada. Hay muchos más retos, si bien he citado los que, en el caso de Asturias, son aspectos clave para avanzar hacia la mejora de la vida de los ciudadanos, pero también para hacer realidad el equilibrio territorial en España que mandata la Constitución.

El Rey Felipe VI concluyó su discurso ante las Cortes con una apelación directa a la tarea diaria de diputados y senadores, pero no eludió su propia responsabilidad y se incluyó con un rotundo “pongámonos a ello”. La normalidad institucional se recobró ayer en la Carrera de San Jerónimo.