Desapariciones

Diana

La Razón
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Diana parece que es un nombre que se asocia al misterio, desgraciado misterio, por otra parte. Diana es la ultima chica desaparecida, y nuevamente el « chapapote », casi los viejos fantasmas o demonios familiares, se han extendido por la sociedad y por una familia. Pero esta vez, se trata de una desgraciada situación salpicada por la intervención del sistema Judicial español, antecedente a la desaparición, dentro de una situación de crisis familiar antecedente sobre la guarda y custodia de Diana y de su hermana, y en concreto por un juzgado de un pueblo grande o de una ciudad pequeña. Un Juzgado de estas características, en materia de familia, se aproxima metafóricamente a una “cámara de tortura”, muy entrecomillada pues, no vayamos a dar una imagen literaria que lleve al escandalo. Se sufre, se configuran situaciones sistémicas no se sabe muy bien porque, que solo cambian cuando con el transcurso del tiempo, demasiado tiempo, se presenta algún cambio que reordena las piezas de una construcción judicial normalmente rígida y aglutinada, pegamentosa. El cambio de Juez puede ser uno de esos elementos de reordenación sistémica, pues es casi axioma que una vez que un juez llega a una decisión en cuanto a las medidas adoptadas en su sentencia, no cambia de posición. En Diana, puede que se den estos factores: una larga lucha judicial en donde se habrán solicitado del Juez muchas cosas, y unas respuestas judiciales del tipo “mas de lo mismo” que han llevado ahora, a quitar provisionalmente la custodia de la hija menor a la madre, vía 158 del Código Civil, y a decir al padre que esto llega muy tarde. NO han querido entrar ni uno ni el otro en todo lo que tiene que haber por debajo de toda esta preocupante historia.

Estamos trabajando un sistema de derecho de familia, inseguro, inestable, publico, administrativizado ,insensible, burocrático, inhumano, doliente, cuando no duro con las personas que acuden buscando resolver o atemperar sus problemas.

Llegamos al momento en que hay que parar ,templar y mandar, y pensar que queremos para nuestra problemática procesal familiar, y para los juzgados. Lo que es inadmisible es que desaparezca Diana y que la teoría sistémica conformada en el juzgado comience a moverse con un cambio provisional en la guarda y custodia de la menor. Es demasiado obsceno. Parece que este caso afortunadamente se resolverá bien, en cuanto a que según la prensa, la policia está siguiendo unas pistas en las que se trabaja con la hipótesis de la vida y no de su fallecimiento. Ojalá todo esto termine bien, y si termina bien ¿que va a hacer la Jueza con la madre a la que ha quitado la custodia provisionalmente de la hija,? ¿Qué va a hacer el padre? ¿cómo se configurará el nuevo sistema de relaciones y hechos en el caso?. Como padre, nada mas que me queda, sin entrar en el fondo de las discusiones, que mandar un abrazo a ambos y desear que aparezca Diana. Como abogado desearles suerte para que la situación judicial nueva que se conforme, sea la mejor posible.

Uno a los políticos ya no se atreve a pedirles nada salvo que den todos un paso atrás y encuentren un presidente que pueda poner en marcha lo que hace falta al país, que no es solo económico, sino social.