Familia

El secuestro de hijos.

La Razón
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Me inspiro en noticias que leo en diferentes medios, para anotar posibles comentarios para este blog. Esta vez el que me he anotado es la realización de una película sobre una madre que “secuestra” a su hijo por amor, o intenta se sustraerlo, no lo se bien, por amor. Oh es bonito el argumento, pero nos olvidamos que dos cosas , el derecho y el otro padre, y claro, entonces viva la virgen de Agosto y nos olvidamos de lo esencial. ¿secuestro por abnegación?; la abnegación no tiene un único camino, “abnegación-amor-secuestro”, está lleno de corto circuitos que hacen que no se pueda llegar a consumar esa trilogía.

Me gustaría dejar claras las cosas de una vez por todas y acabar con planteamientos del tipo “no sin mi hija”. Esa no es la solución, la ley del Talión no es la ley que rige al caso, sino los convenios internacionales y el derecho. Es que la Ley del talión presupone que después de la aplicación del golpe no va a haber un después, me han secuestrado a mi hijo yo le secuestro a mi vez; pero desgraciadamente si que hay un después, y ¿saben quien es el que está en el medio de ese “después”? el niño. ¿Y saben que pasa? Que la vida sigue, y el niño tiene que ir a terapia, y el niño crece, y se sigue viendo metido en conflictos y mas conflictos, y , utilizando la suavidad, se queda descolocada primero con un padre, después con el otro, y quien sabe, quizá con los dos. Y llega a adulto y muy, muy, muy difícil que sea capaz de dar una conferencia sobre lo que ha vivido, salvo que su psicólogo/a sea muy buena...

El sistema legal está lleno de frustrantes e insuficientes normas, con mas agujeros que el queso de gruyere; pero si algo nos distingue, como seres humanos civilizados es que la fuerza y la coacción se la hemos cedido al Estado, y no es patrimonio del individuo,hombre o mujer viviendo en sociedad. Comprendo la decepción con el sistema, comprendo todo lo que ustedes quieran que comprenda, pero la cuestión no funciona como los libros y las películas, sino que es una carrera a largo plazo, donde hay que trabajar mucho...y si la vida y el destino de un niño es un destino determinado, y hemos luchado y no podemos cambiar ese destino, ni por medio del derecho ni por medio de la negociación, ¿quienes somos nosotros para decidir el destino de una persona cuya vida no nos pertenece? Hay un camino, y hay un punto de no retorno. Si seguimos el camino, y desgraciadamente llegamos al punto de no retorno, es el destino, es la vida, es el tiempo presente, pero siempre hay futuro. ¿Películas? No gracias, son bonitas, estarán bien hechas, tendrán una actuación soberbia de los actores, pero son solo eso, películas.

No me gusta escribir sobre secuestro de menores, veinte años trabajando con casos de sustracción internacional de menores, en muchos países de muchas culturas, tomando decisiones al limite de todo, jugándomela, amenazado, agredido, para llegar a la conclusión de que no hay atajos, tan solo hay Derecho y tribunales, guste o no guste, y niños con padre y con madre. Perdón por la desmitificación, y por la dosis de vida real, no hay diferencias entre hombres y mujeres, madres o padres, no hay justificación que no tenga otros caminos que la vía de hecho y las películas.