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Populismo

Populismo
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Aristóteles, hace la friolera de 2400 años, describió lo que es la demagogia, prima hermana de lo que hoy se identifica como populismo, y definió al demagogo como “adulador del pueblo” y a la demagogia como “forma corrupta o degenerada de la Democracia que lleva a la institución de un gobierno tiránico de las clases inferiores o, más a menudo, de muchos o de unos que gobiernan en nombre del pueblo”.

A los que nos gusta mantenernos al día en la actualidad y seguimos los “des-informativos” por televisión, tenemos siempre el soniquete del populismo metido en las entrañas. Nos lo repiten decenas de veces al día, pero... ¿Qué es el populismo? Según la RAE es "la tendencia política que pretende atraer a las clases populares"

En este caso no me parece la definición cien por cien acertada, tal vez esta sea más fácil de comprender: Degeneración de la verdad adaptada a las clases populares, sobre todo a las clases menos favorecidas, diciéndoles únicamente lo que quieren oír. Todas las formaciones políticas tienen pinceladas populistas, me da lo mismo de derechas, de izquierdas o del centro. Los proyectos de los dirigentes populistas están inspirados por los deseos más grandiosos: “salvar al país”, establecer una “democracia real”, "combatir todo lo que está mal"o “menos palabras y más acción”, pero no dicen cómo piensan hacerlo, no conocemos sus planes en el marco institucional, en el económico ni en el internacional.

El objetivo de los populistas no es hacer pensar a sus seguidores, sino movilizarlos y que entren a formar parte de la política personas que antes eran o indiferentes a ella o marginadas por su estatus socio-económico y cultural, con el convencimiento de que cuando gobiernen se redistribuirá la riqueza de los adinerados entre los más desfavorecidos. A esto cabe recordar que cada individuo tiene derecho a ser tratado igual a sus semejantes, sin importar su color, religión o nivel socio-económico.

Debemos reconocer que los gobiernos que generan una crisis son el origen de la desesperación por la que se recurre a los populistas. Cuando nuestros derechos fundamentales dejan de estar bien atendidos, las poblaciones piensan en los regímenes totalitarios y populistas como su salvación.

Mi recomendación para los jóvenes es que antes de echarse en los brazos de un Salvador de la patria, nos fijemos bien a quién idolatran ellos y de quién están recibiendo apoyo. ¿Qué ocurre cuando esas personas llegan al poder? Tenemos que tener claro que el populismo tiene un objetivo puramente político y no económico, por lo que estará destinado al fracaso. Los populistas quieren tanto a los pobres que los multiplican.

El expresidente del Uruguay, Julio María Sanguinetti, se preguntó qué era el populismo, y se contestó: lo contrario a la democracia responsable, la que asienta la libertad de expresión, y que trata de desarrollar las acciones sociales, la que no promete algo que no puede dar.

Espero que los españoles seamos prudentes y no creamos cosas imposibles. Cultura histórica y educación que fomente el criterio de los alumnos es fundamental para ser libres.