Ángela Vallvey

Castas

Mutatis mutandis. Muchos dignos políticos, hijos de falangistas de enjundia, se convirtieron en prohombres de la Transición. Algunos se declararon «progres», querían cambiarlo todo, transformar el «antiguo régimen» franquista en algo moderno, inédito. Rompieron con el pasado, olvidando incluso que ellos eran hijos de quienes gobernaban en el franquismo. Los vástagos de los mandamases de Franco se rebelaron contra el sistema. Lideraron las luchas juveniles en la universidad, a cuyo liderazgo tenían acceso por ser, habitualmente, hijos de la clase acomodada favorecida por el dictador. Progres o anti-progres, todos protestaron contra la «casta» franquista. Persiguieron con empeño la disolución del franquismo sin reconocer que eran sus cachorros y que, en muchos sentidos, se hibridaban con él, se fusionaban con la herencia de sus padres, en vez de aniquilarla. En la historia reciente, este fue un caso paradigmático de «revuelta anti-casta» que dio espléndidos resultados, excepto por el pequeño detalle de que, los que aparentemente acabaron con la casta precedente, eran sus primogénitos y principales fiduciarios. Mayoritariamente, la anti-casta progre usufructuó a la casta franquista, y cuando hubo completado el proceso de sustitución, se erigió en neo-casta. Recordemos el lema político de Felipe González en los años 80, que resume el proceso: «Por el cambio». Curiosamente, hogaño se ha generado un nuevo movimiento anti-casta que pretende derribar las estructuras progres (de izquierdas o derechas) que hicieron posible la Transición, para sustituirlas, tomando el poder y realizando un

«cambio» más. Y, muchos de los que encabezan los nuevos movimientos políticos, son hijos (reales y legítimos, literalmente) de cabecillas de la anterior corriente anti-casta: son sus descendientes de sangre, que han aprendido el oficio desde la cuna. Igual que un carpintero deja el negocio familiar a sus retoños. Ser anti-casta continúa siendo un asunto testamentario, trasmisible como legado político. O sea: como oficio bien remunerado.