Papel

Cuando la tecnología echa una mano

Ya se pueden hasta descargar planos para imprimir un brazo en 3D y una compañía japonesa ha creado una extremidad biónica de 250 euros, muy lejos de los 40.000 de una prótesis

Se ha conseguido ayudar a estos niños con prótesis diseñadas a partir de sus personajes favoritos
Se ha conseguido ayudar a estos niños con prótesis diseñadas a partir de sus personajes favoritoslarazon

Las impresoras 3D han llegado para revolucionar muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Pero para algunos representan una nueva oportunidad. Una compañía japonesa llamada Exiii ha creado un brazo biónico, por menos de 250 euros, que se conecta al smartphone para producir movimientos de coordinación fina. Teniendo en cuenta las prestaciones del brazo y que una prótesis puede costar más de 40.000 euros, la reducción de precio pone al alcance de muchas más personas esta tecnología. Al ser desarrollado a partir de piezas impresas en una impresora 3D, el brazo es fácil de reparar y puede ser ajustado a los requerimientos del usuario: se puede imprimir en diferentes colores, los dedos pueden ser reemplazados por herramientas y hasta se puede solicitar con superficie rugosa o de caucho para incrementar el agarre.

Cuenta con un sensor de electromiografía o EMG (una técnica para la evaluación y el registro de la actividad eléctrica producida por los músculos y los nervios). Cuando nuestros músculos se mueven, se envía una señal al smartphone y éste la traduce a movimiento. Por ahora y debido a la alta demanda, hay una lista de espera muy numerosa. Los creadores de Exiii aseguran que esto se resolverá apenas cuenten con más impresoras 3D.

Pero éste no es un caso aislado. Todo comenzó un tiempo atrás cuando dos amigos, uno residente en Suráfrica, Richard Van As (un carpintero que había perdido 4 dedos en un accidente laboral), y otro en Estados Unidos, Ivan Owen, se unieron para crear un brazo ortopédico que pudiera ser impreso en una impresora 3D para un niño surafricano. El proyecto fue bautizado Robohand (www.robohand.net) y desde el primer brazo creado con éxito ha funcionado como un emprendimiento «open source»: cualquiera se puede descargar los planos para imprimir un brazo. Y el coste puede ser tan económico como de 85 euros.

Así, lo que empezó como un proyecto para ayudar a un niño se ha convertido en una iniciativa global en la cual hay cientos de ingenieros, especialistas en prótesis, diseñadores de impresoras 3D, artistas, terapistas ocupacionales, familiares y profesores universitarios que imprimen manos, brazos y dedos para quien los necesite. Lógicamente, debido al esfuerzo comunitario, las prótesis son cada vez mejor, más precisas y están mejor adaptadas al usuario.

Entre los diferentes implicados en la iniciativa, destacan los diseñadores de E-Nable, que ofrecen sugerencias y asistencia, sin costo alguno, para asesorar en casos específicos. Uno de esos casos es el de Charlie Egan, un niño de siete años de Inglaterra que nació sin su brazo derecho. Debido a las constantes preguntas de su hijo acerca de su brazo «perdido», los padres de Charlie, Penny y David, se contactaron con E-Nable, quienes les reunieron con un experto voluntario de Londres. Y no sólo consiguieron que les fabricaran un brazo para Charlie, sino que este fue diseñado con los colores de su super héroe favorito: Spiderman. «Su vida ha cambiado por completo –destaca Penny, su madre –. Ya no tiene que responder preguntas incómodas o soportar que muchos se le queden mirando. Ahora la gente le dice: Tienes un brazo de superhéroe. Y él sonríe encantado».

A partir de ese momento muchos niños, que se resistían a utilizar un brazo ortopédico (por vergüenza, incomodidad o temor), encontraron un motivo para abrazar esta tecnología. Alex es uno de ellos. Su brazo derecho no llegó a desarrollarse más allá de unos pocos centímetros por debajo del hombro. Sus padres contactaron con Albert Manero, un estudiante de Ingeniería, que tenía experiencia en brazos ortopédicos para niños. Pero lo hicieron con un guiño especial: Ironman, el personaje favorito de Alex. El brazo que diseñó Manero no sólo tiene los colores rojo y dorado del alter ego de Tony Stark, sino también una luz en la palma. Por si fuera poco el brazo se lo entregó el protagonista de la saga, el mismísimo Robert Downey Jr. Ya hay niños que han recibido sus brazos con las garras de Lobezno o imitando a un soldado imperial de la Guerra de las Galaxias».

La reducción de costes y la eficacia de esta tecnología han hecho que la organización No Imposible esté fabricando manos y brazos para los 50.000 amputados que ha dejado el conflicto bélico interno de Sudán. Y que lo haga en el lugar de mayor necesidad. Hasta allí se traslado hace un tiempo Mike Ebelling, un emprendedor estadounidense con una larga experiencia en encontrar soluciones alternativas para problemas de salud. Ebeling es el responsable de crear un programa llamado EyeWriter que permitió que un artista paralítico pudiera volver a pintar.

Mike Ebelling se trasladó a Sudán con ordenadores, bolsas de filamentos termoplásticos (el material que utilizan las impresoras 3D) y con un solo contacto: Tom Catena, un médico estadounidense que es el único capacitado para trabajar con amputaciones en toda la región. Al poco tiempo, Ebelling había impreso un brazo para Daniel, un joven de 16 años. Así nació el Proyecto Daniel, que se basa en una idea sencilla: Ebelling dejó atrás sus impresoras, el material y capacitó a varios voluntarios de la zona. Y ellos, una vez por semana (el tiempo que les toma crear un nuevo brazo), logran que un niño tenga un poco más de independencia.