Literatura

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Antonio Ortuño, ganador del V Premio Ribera del Duero

El libro de cuentos “La vaga ambición” le valió al mexicano el prestigioso galardón, que fue otorgado hoy en Madrid

El mexicano Antonio Ortuño tras recibir el V Premio Ribera del Duero
El mexicano Antonio Ortuño tras recibir el V Premio Ribera del Duerolarazon

El libro de cuentos “La vaga ambición” le valió al mexicano el prestigioso galardón, que fue otorgado hoy en Madrid

Más de la mitad de los textos participantes en la quinta edición del Premio Ribera del Duero de narrativa breve, el más importante del país, fueron enviados desde fuera de España. Los países con mayor participación fueron Argentina y México y de este último es oriundo el ganador, Antonio Ortuño. “La vaga ambición” es su tercer libro de cuentos -es autor también de dos novelas- y fue premiado, en palabras de Almudena Grandes, presidenta del jurado, por ser “certero, emocionante y muy divertido” en un momento en que “parece que la emoción está bajo sospecha”. Sobre todo, el jurado destacó la capacidad de Ortuño de crear un conjunto de cuentos coherentes entre sí. La clave, como el propio autor explica, es que todos tienen un narrador común, Arturo Murray, una especie de alter ego suyo que narra episodios de su vida con toques de amargura y humor.

Al recibir el galardón, Ortuño prometió no extenderse -efectivamente, habló menos de diez minutos- y además de agradecer al jurado y a los lectores explicó cómo sus orígenes están relacionados con España, donde nacieron su abuelo y su madre. Además, dejó clara su afición por el Atlético de Madrid y el Chivas de Guadalajara (su ciudad natal) que, entre otras cosas, comparten los colores del uniforme. Ortuño contó también que en su casa de la infancia no había ordenador, pero sí una maquina de escribir Remington, de su abuelo, a la que pasó años “martirizando”. “Escribía de forma compulsiva, pero nunca pensé que sería escritor”, afirmó.

A la pregunta de cuáles eran sus referencias literarias, contestó: “Mal favor se hace citando a los vivos como tus maestros”. Mencionó como autores que, como él, realizan juegos de ficción autobriográfica a Gerald Durrell, Jorge Ibargüengoitia, Mijail Bulgakov, Ana García Bergua y Evelyn Waugh. Por otro lado, aseguró que “no creo que exista una crisis del relato”, un género que para muchos se ha visto olvidado o marginalizado, y afirmó también que en su país muchas editoriales independientes han apostado por el género.