El polémico museo Dalí de Barcelona viajará a Toledo

La ciudad castellana espera alojar unas 500 obras del artista procedentes del fondo que se expone hoy en la capital catalana

El pasado viernes la Cámara de Comercio de Toledo y el Ayuntamiento de dicha ciudad anunciaban por todo lo alto la próxima inauguración de un espacio expositivo. El protagonista absoluto de este lugar, con unas 500 obras, –o al menos eso es lo que señalaron en rueda de Prensa la alcaldesa Milagros Tolón y la presidenta de la Cámara de Comercio, María Ángeles Martínez– será Salvador Dalí, convirtiendo el futuro museo, según sus responsables, en el segundo más importante dedicado al genio surrealista en España, después de Figueres.

Si bien la afirmación es exagerada porque el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid tiene un muy potente fondo artístico, la llegada de Dalí a Toledo parece todo un acontecimiento. Pero a medida que van pasando los días, poco se sabe de qué piezas podrán verse en tierras toledanas. Esta semana la Cámara de Comercio hacía público un comunicado en el que «no tiene ninguna certeza ni así consta en el contrato firmado al efecto, sobre el número y la autoría de las obras que se van a mostrar en los espacios arrendados».

Sin embargo, fuentes cercanas a la Cámara de Comercio aseguraban ayer que el generoso propietario de tan impresionante fondo «es alguien de Barcelona que quiere salir de allí y ha tenido problemas con Figueres». Solamente puede haber una persona que se ajuste a estas palabras: el coleccionista y galerista Juan Javier Bofill quien actualmente presenta parte de sus fondos en la sala de exposiciones del Círculo Artístico, a pocos metros de la Catedral de Barcelona.

El espacio daliniano de Barcelona se nutre especialmente de las esculturas de gran tamaño de la llamada colección Clot. A ello se le suma numerosas litografías, así como algunos originales del pintor ampurdanés, como dedicatorias.

En junio de 2012, el juzgado mercantil número 3 de Barcelona condenaba a la empresa Faber Gòtic, S.L., dirigida por Bofill, a retirar de la sala de exposiciones el nombre de Dalí, sus fotografías y las esculturas.

La Justicia también condenaba a Faber Gòtic por actos de competencia desleal por haber querido dar la impresión de que sus actividades contaban con el apoyo de la Fundació Gala-Salvador Dalí.

Fuentes cercanas a la institución daliniana aseguraron a este diario el pasado viernes que no tenían ninguna noticia de la llegada de ninguna colección de obras de Dalí a Toledo y advertían que, de ser así, no podrán usar la marca «Museo Dalí» y debería ser la Fundación la encargada de la expertización de este conjunto.

El espacio toledano espera abrir sus puertas el próximo año.