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San Sebastián

Brad Pitt cautiva a Toronto con sus otras «Raíces»

El festival también proyectó la española «Caníbal»

Brad Pitt cautiva a Toronto con sus otras «Raíces»
Brad Pitt cautiva a Toronto con sus otras «Raíces»larazon

Quédense con estos nombres: Chiwetel Ejiofor y Lupita Nyong'o, porque el Oscar y todos los premios les pertenecen a ellos. Ayer, en el Festival Internacional de Toronto se presentó «12 años de esclavitud», de Steve McQueen. Después del estreno todo el elenco y su productor, Brad Pitt, fueron ovacionados. McQueen («Hunger» y «Shame») vuelve a demostrar su talento de la mano del que se ha convertido en su actor fetiche, Michael Fassbender, protagonista de los tres filmes del autor. Cuando a McQueen le preguntaron por qué se decidió a contar la verdadera historia de Solomon Northup, un hombre negro libre engañado para trabajar como músico en Washington D.C. donde es secuestrado y arrastrado al sur para ser vendido como esclavo, dijo que «es tan simple como que me interesaba ver esta historia en el cine».

Gran acogida

Emocionado al ver la respuesta del público, Brad Pitt, que produce e interpreta un papel secundario (y que aporta cierta amabilidad al personaje de Northup, en una de las pocas escenas que se ven en pantalla), explicó que «Steve fue el primero que se hizo una pregunta: ¿por qué no hay más películas sobre la esclavitud en Estados Unidos? Tiene una respuesta complicada, y, de hecho, tuvo que realizarla un inglés». Orgulloso del resultado, Pitt amenazó de nuevo con la retirada del cine, y ya van unas cuantas: «Reconozco que si no tengo que volver a hacer otra película ésta es la mejor para retirarme. Ha sido un privilegio». Y es que «12 años de esclavitud» es uno de esos filmes históricos destinados a convertirse en inolvidable. McQueen, sin embargo, no le pone la tarea fácil al espectador: las escenas de tortura son largas, interminables. Una tortura donde las condiciones de vida y de trabajo son terroríficas para los esclavos. Chiwetel Ejiofor reconoció lo exigente físicamente que resultó su personaje. «Fue muy intenso interpretarlo, pero tuve la guía de Steve, que supo entenderme y ayudarme hasta llegar hasta ese lugar tan oscuro». Quien roba todo el protagonismo de la cinta es Lupita Nyong'o, que interpreta a Patsey, una joven esclava que trabaja con Northup. «Todo es duro, pero necesario». Ambos son explotados en la plantación de psicótico Edwin Epps (Michael Fassbender). «Sin la colaboración de unos y otros, sin el apoyo mutuo, no habríamos podido alcanzar el lugar al que hemos llegado», explicó Fassbender.

Ayer también se presentaron otras dos películas en Toronto: «Prisioneros» y la española «Caníbal». «Prisioneros», con Hugh Jackman y Jake Gyllenhall, es una cinta intensa, de suspense, incómoda, sobre la vulnerabilidad del ser humano en el momento de enfrentarse a situaciones difíciles: «Lo que más me gusta del título es que todos los personajes viven, de hecho, prisioneros de su realidad» confesó Jackman, que firma uno de los mejores trabajos de su carrera de la mano del canadiense Denis Villeneuve («Incendies»). La historia cuenta cómo un padre (Jackman), obsesionado por proteger a su familia, se toma la justicia por su mano para encontrar a su hija desaparecida: «Como padre me costó meterme en la piel de este personaje. Investigué sobre casos reales tratando de ser fiel a ellos porque quería respetar el dolor de esos padres». Gyllenhall, que da vida a un extraño detective, confesó que son los constantes giros de guión lo que llamaron su atención: «La trama no te da descanso, nunca sabes lo que va a pasar, y eso es una joya en el cine de hoy».

Toronto también acogió la presentación de «Caníbal», la nueva cinta de Manuel Martín Cuenca protagonizada por Antonio de la Torre y Olimpia Melinte y que compite en la sección oficial del próximo Festival de San Sebastián. Lo cierto es que la acogida entre la Prensa internacional ha sido magnífica. «Caníbal» es surrealismo en estado puro; de hecho, la propia programadora del Festival, Diana Sánchez, aseguró que «Cuenca es el nuevo Buñuel». Sin duda, Toronto se rindió a nuestro «Caníbal».