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Resines presidente, a su pesar

El popular actor se situará al frente de la Academia de Cine al ser el único candidato al cierre del plazo. «Me ha tocado a mí», asegura

Antonio Resines durante la despedida de Enrique González Macho como presidente de la Academia de Cine
Antonio Resines durante la despedida de Enrique González Macho como presidente de la Academia de Cinelarazon

El popular actor se situará al frente de la Academia de Cine al ser el único candidato al cierre del plazo. «Me ha tocado a mí», asegura

Con un lacónico «hacía falta alguien y me ha tocado a mí» asumía ayer Antonio Resines el nombramiento oficioso como presidente de la Academia de Cine, al ser el único candidato que se ha presentado una vez cumplido el cierre del plazo para aspirantes. Resines (Torrelavega, 1954) había sido vicepresidente de la junta encabezada por Enrique González -Macho, quien dimitió por «motivos personales» el pasado febrero, y ocupaba la Presidencia de la institución de forma interina mientras se resolvía la convocatoria de elecciones.

Antonio Resines, único candidato para presidir la #Academiadecine Se presenta junto a Gracia Querejeta y Edmon Roch. pic.twitter.com/CCHEygV1II

El mismo día de la dimisión de González-Macho ya se mostró reticente a sucederle y, según algunos académicos consultados ayer por este periódico, se mantenía a la expectativa de que alguien diera un paso al frente. Sin embargo, la productora Piluca Baquero, que disputó las anteriores elecciones de 2014, ha decidido no presentar candidatura en esta ocasión. «No se presentaba nadie y la Junta le ha empujado», comentó ayer a este diario Eduardo Campoy. Así, Resines será ratificado como presidente, sin necesidad de votación, en la próxima asamblea general que tendrá lugar el 9 de mayo, según precisó la institución en un comunicado.

Continuidad

El sentimiento más extendido entre los académicos era el de agradecimiento, ya que el puesto que desempeñará Resines «ni está remunerado ni agradecido por nadie», según algunos consultados. «Así que, enhorabuena...», añaden con una pizca de ironía. Para Eduardo Campoy, «en el fondo, cada uno tiene que devolver al cine un poquito de lo que le ha dado. Ha llegado una buena ocasión para que Antonio lo haga». Sin embargo, a pesar del que el puesto es, según las palabras de Resines, «un marrón que requiere dedicación absoluta», el actor está «ilusionado y animado». En declaraciones a Efe, señaló que «parecía lo más razonable continuar con lo que ha hecho Enrique González-Macho». Entre sus prioridades, mencionó un proyecto de la anterior Junta: la creación de un archivo de la memoria del cine español. «La memoria es el principal motivo por el que me he quedado. Creo que es fundamental, un archivo accesible a todo el mundo, para que se sepa quién hace y ha hecho el cine y cómo: directores, actores, productores, todos», aseguró.

Eternos y amargos debates

Entre las tareas amables que se le presentan bajo su mandato figura el 30º aniversario de la celebración de los Premios Goya, que se cumple el año que viene. Sin embargo, serán más los sinsabores a los que este actor de comedia se tendrá que enfrentar, como los eternos y amargos debates en torno al IVA, la «piratería» y el sistema de subvenciones públicas al sector. Además, está pendiente la puesta en marcha de una fundación que permita conseguir más recursos que potencien las funciones de la institución. «Antonio será bueno para la Academia, porque un rostro tan popular como el suyo es positivo para el público de la calle. Representa al español medio y siempre está con una sonrisa en la boca, lo que no está nada mal para lo que se le viene encima», comentaba Campoy. Quizá esa simpatía natural le ayude para enfrentarse a los arduos foros de diálogo con las administraciones. «Está en el programa, hay que eliminar los malos cauces y lograr una interlocución fluida y normal, hablar de los problemas que tenemos y solucionarlos», comentaba ayer Resines sobre la agenda política.

Acerca de la ausencia de competidores para el puesto, dio una primera muestra de normalidad: «Quiero pensar que les parece bien que me presente; hay que verlo por el lado positivo», reclamó. En la Academia ha encontrado apoyos para formar equipo, según Campoy, en dos perfiles que aportan pluralidad: la directora Gracia Querejeta y el productor catalán Edmon Roch, que serán sus vicepresidentes. Los tres tendrán que tratar de compaginar sus inmediatos compromisos laborales con las nuevas responsabilidades de sus cargos. De entrada, Resines se pondrá a las órdenes de Fernando Trueba en la segunda parte de «La niña de tus ojos», que se llamará «La reina de España» y en la que participará de nuevo Penélope Cruz. El rodaje podría comenzar a finales de este año o comienzos de 2016, en pleno arranque de su mandato. Resines debutó en el cine en 1979, precisamente con Fernando Trueba, en «Ópera prima» y, a pesar de ha obtenido su popularidad gracias a las comedias para cine y televisión, ha demostrado capacidad para enfrentarse a los papeles dramáticos como en «La colmena» (1982), «La caja 507» (2002) o «La buena estrella» (1998), con la que logró un Goya. Ha trabajado en infinidad de títulos como «Sé infiel y no mires con quién», «La vida alegre», «La línea del cielo», «Moros y cristianos», «Amanece que no es poco», «Carreteras secundarias», «Todos a la cárcel», «Acción mutante», «Boca a boca» o «El embrujo de Shangai». Para televisión, ha actuado en series como «A las once en casa», «Los Serrano», «Colegio Mayor», «Los ladrones van a la oficina» y, en la actualidad en antena, «Aquí Paz y después Gloria». Dentro de cuatro años sabremos si su paso por la Academia ha sido una comedia o un drama más en su carrera.

Gracia Querejeta (Madrid, 1962) está a punto de estrenar su última película: «Felices 140», que llega a las salas el 30 de abril, con Maribel Verdú como protagonista. En el currículum de la directora figuran «Siete mesas de billar francés», «Héctor» y «Cuando vuelvas a mi lado». También Edmon Roch (Girona, 1970), fundador de la productora Ikiru Films, está inmerso en la producción de «Atrapa la bandera», de Enrique Gato. Ganó un Goya por «Garbo. El espía».