Crítica de cine

"El asesino de los caprichos": Cualquiera le tose a la inspectora Verdú

"El asesino de los caprichos": Cualquiera le tose a la inspectora Verdú
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Dirección y guión: Gerardo Herrero y Ángela Armero. Intérpretes: Maribel Verdú, Aura Garrido, Daniel Grao, Roberto Álamo. España, 2019. Duración: 99 miutos. Thriller.

Lo mismo a alguien le puede parecer una idea descabellada, pero prometo que Carmen Cobos, la protagonista del filme realizado por Herrero, me recuerda bastante aunque en femenino al personaje del investigador Areta («El crack», mejor citar la primera que la última; y voy un paso más allá: «Mientras dure la guerra» también me evoca al cine de Garci; no, si al final...). Una mujer dura de pelar, solitaria, bebedora y fumadora compulsiva, desencantada, dolida a veces e insoportable casi siempre. La misma inspectora que junto a una nueva compañera (y su antítesis) deben buscar al asesino en serie que está matando a una serie de coleccionistas de arte. Que comparten un punto en común: que los crímenes reproducen con una escalofriante exactitud escenas de los Caprichos goyescos. Sí, la historia recuerda un poco a «Seven», allí con el pretexto de los pecados capitales, pero paren de contar similitudes. Y es que este thriller dramático, a pesar de una potente e inquietante media hora inicial y de varias (que no todas) sólidas interpretaciones, pronto deriva en una historia que se va tornando previsible y en la que sobra algún que otro personaje y trama secundarios. Una cosa les digo: como sea usted un delincuente, mejor rece para no toparse con la señorita Cobos. Porque lo perseguirá hasta la muerte y más allá. Palabra.