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Premio a los dos peores

31 Festival Internacional Cinema Jove Valencia

La Razón
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Lo primero que hay que decir, a la hora de hacer balance, es que la selección oficial de largometrajes poseía un gran nivel. Este festival se distinguía porque sólo daba un premio y alguna mención por parte de un absurdo jurado. Este año ha sido el del absurdo.

La cantidad de premios en secciones paralelas, algunas competitivas y con jurados propios, resulta farragoso. Así que vemos con los largometrajes premiados y a la película de clausura. Empezamos por esta, AL FINAL DEL TÚNEL, película argentina dirigida por Rodrigo Grande y una muy buena interpretación de Leonardo Sbaraglia. Película de próximo estreno, que cuenta la historia de un minusválido que se mueve en silla de ruedas y que recurre al ordenador como distracción, hasta que nota que por debajo del suelo están cavando un túnel para robar un banco. El problema es que dura dos horas y si le quitaran media se podría aguantar el meloso happy end.

En cuanto a los films premiados, dos de las peores películas de una buena selección, ha obtenido el premio Luna de Valencia ANAS TSHOVREBA (Ana’s life), de Nino Basilia, film flojísimo con unos pésimos guión y dirección para contar la historia de una madre soltera con hijo autista, sus relaciones con la abuela y el sueño de conseguir un visado para América, y su condición de víctima del primer golfo que se acerca.

Y este año, ese jurado absurdo ha decidido conceder una mención especial a la discutible VLAZNOST (Humidity), de Nikola Ljuca, una coproducción greco-holandesa-serbia (¿cómo se pueden poner de acuerdo personas de culturas tan diferentes para dar dinero?), película donde la esposa de un tipo desaparece una semana sin que, a su regreso, el marido le pregunte sencillamente dónde ha estado. Por el contrario, ese silencio nos acompaña en lo que resultan ser los minutos finales.

En resumen, Valencia cuenta con un recomendable festival. Como decía aquella canción, “el que tenga un amor que lo cuide, que lo cuide”. Valencia tiene la obligación de cuidar este festival.