Romeo y Julieta en tiempos de guerra

María Valverde protagoniza «Ali y Nino», un drama histórico ambientado en los años de la gran contienda.

Hay algo en su belleza que resulta atemporal. Quizás por ello los directores de cásting no paran de fijarse en ella para producciones históricas: «Libertador», «La mula», «Gernika»... A ello se suma, su predilección por cintas que retratan tiempos pretéritos: «Me gustan porque de algún modo aprendo más de la historia. En el fondo es jugar a viajar en el tiempo. Y termina siendo un verdadero lujo dar un paseo por esas diferentes épocas», asegura a LA RAZÓN María Valverde.

En «Ali & Nino», dirigida por el británico Asif Kapadia, ganador de un «Oscar» por el documental «Amy», la actriz española viaja hasta la I Guerra Mundial, a un confín del Imperio Ruso, Azerbaiyán. Ella es Nino, una joven cristiana de una familia notable de Georgia que espera contraer matrimonio con un heredero azerí de religión musulmana. El estallido de la contienda bélica aplaza y complica los planes de boda, unido a las tensiones entre imperialismo y nacionalismo en toda la región del Cáucaso. En un mundo volátil, con las fronteras por redefinir y las creencias divinas como pretexto para hacer la guerra, sólo el amor de Ali y Nino permanecerá inmutable. «Es una historia muy actual. Parece como si no pasara de moda el tema del que habla la película pero por eso se buscó que tuviera un corte clásico para que ese romanticismo sea lo que mueva a sus personajes y a la audiencia», señala Valverde.

Una mujer valiente

Nino, que se nos presenta como una chica responsable, sometida a su familia, irá mostrándose más resolutiva a medida que las circunstancias la alejen de su única aspiración: el amor de Ali. «El personaje me gustó por cómo evoluciona y por todas las decisiones que va tomando a lo largo de la historia. Es una mujer valiente, enamorada y muy adelantada a su época». Para Valverde, impregnarse de la cultura de Azerbaiyán era fundamental para poder trasladar a la pantalla toda la complejidad de la trama política de trasfondo en la cinta: «Me ayudó mucho pasar varias semanas en Baku antes de empezar a rodar y poder así conocer su cultura y religión de cerca. Para mí era importante integrarme en sus costumbres y de esa manera pude inspirarme para crear a Nino». La estancia en la capital azerí y en Estambul, donde también se rodó la película, cautivaron a la intérprete, que ve en su «diversidad la belleza de estas zonas».

La actriz lleva un par de años volcada en su carrera en el extranjero. «Es verdad que en estos últimos años no he trabajado en mi país pero no ha sido algo planificado. Uno de mis grandes deseos es volver a España a trabajar. Me hace mucha falta mi país. Al fin y al cabo es de donde vengo y donde me gusta estar», señala.