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Seminci: Por fin, un sonado pateo

La cineasta británica Sally Potter, durante la presentación de "The party", su octavo largometraje, esta mañana en la Sección Oficial de la 62ª Semana Internacional de Cine de Valladolid
La cineasta británica Sally Potter, durante la presentación de "The party", su octavo largometraje, esta mañana en la Sección Oficial de la 62ª Semana Internacional de Cine de Valladolidlarazon

En todos los festivales, cual es bueno. Se pateó el largometraje a concurso “Feiheit” (“Libertad”), escrita, editada y dirigida por Jan Speckenbach. ¡La de cosas que cree saber este chico! Podría aprender a iluminar para poder ver alguna cosa cuando es de noche. Una historia de separación matrimonial un tanto alocada. La esposa se marcha dejando marido y dos hijos creciditos. Pero el autor le ofrece al espectador un relato desordenado, con flashbacks de regreso al pasado señalado por la posesión de barba o no por parte del atormentado marido. Un producto inútil fácilmente olvidable.

Afortunadamente, un buen largometraje, titulado “The Nile Hilton Incident”, de Tarik Saleh. Una coproducción sueco-alemana-danesa y marroquí. ¿Cómo es posible poner de acuerdo a gentes de tan diferente cultura? Un buen thriller, ambientado en El Cairo, ambientado en los últimos días del gobierno de Mubarak. Asesinatos, corrupción policial y de todo tipo, sumergidos en el universo de clubs y compañías de alterne, con chantajes, extorsiones, etc. Una película que consigue atrapar nuestra atención, al tiempo que nos interesa conocer ese mundo. Además, un gran protagonista, Fares Fares.

La tercera película de la competición de hoy ha sido “The party”, de Sally Potter, conocida desde 1992 por “Orlando”. Un film sumamente divertido, rodado con verdadera maestría, con un reparto, de actores y actores, simplemente ¡magníficos! (Kristin Scott-Thomas, Patricia Clarkson, Timothy Spall, Bruno Ganz, Emily Mortimer –dos de ellas en el film de ayer de Isabel Coixet “La librería”–, etc.). Una reunión de amigos en un ambiente cerrado, donde van a salir a relucir el mundo interior de todas y todos, con sus toques de violencia, así como el descubrimiento de secretos sin confesar. Cine muy recomendable, con un pequeño e incomprensible defecto: el falso blanco y negro, por eliminación del color en las cámaras digitales, lo que hace algo más difícil su carrera comercial.