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"Zombieland": La evolución de la especie (putrefacta)

Se acerca Halloween y las películas de terror comienzan a llegar a la cartelera, aunque sea en formato comedia. Nada más icónico en estas fechas que los muertos vivientes, que en la secuela de Ruben Fleischer atacan otra vez a Woody Harrelson y Emma Stone.

Jessie Eisenberg y Woody Harrelson en una escena del filme de Ruben Fleischer
Jessie Eisenberg y Woody Harrelson en una escena del filme de Ruben Fleischerlarazon

Se acerca Halloween y las películas de terror comienzan a llegar a la cartelera, aunque sea en formato comedia. Nada más icónico en estas fechas que los muertos vivientes, que en la secuela de Ruben Fleischer atacan otra vez a Woody Harrelson y Emma Stone.

Hay determinadas épocas del año que traen aparejados sus propios géneros cinematográficos predominantes en la cartelera: la Navidad, el verano y, claro, Halloween. Queda poco menos de dos semanas para esta festividad anglosajona que parece haber borrado de un plumazo la vieja trascendencia de nuestro Día de Todos los Santos, ocupando su lugar y llenando las calles de calaveras, vampiros y todo tipo de criaturas del inframundo vueltas por un día a la vida. El cine popular se suma cada año al «truco o trato» de Halloween con historias de miedo en todas sus variantes: animadas, cómicas, terroríficas. «Zombieland: mata y remata» se ubica a caballo en las dos últimas, con más peso de la risa que del susto. Han pasado ya diez años desde que se estrenara la cinta original, «Bienvenidos a Zombieland», que sorprendió por su vocación gamberra con la cuestión de los muertos vivientes como excusas para un buen festín de gags y sangre. En un momento de aquella película, aparecía incluso Bill Murray y escenas de «Cazafantasmas», una de las primeras obras en fundir humor con horror o, más bien, reírse a costa de lo que debería darnos miedo, despojándolo de todo poder terrorífico. La cinta postapocalíptica de Ruben Fleischer, que repite ahora en la dirección con su secuela, fue todo un éxito. Costó 23 millones de dólares y recaudó 102. Se trataba del primer largometraje del joven director estadounidense (Washington D.C., 1974) y le abrió las puertas a grandes proyectos como «Venom».

«Zombieland: mata y remata» reúne de nuevo en su reparto a Woody Harrelson, Emma Stone, Jessie Eisenberg y Abigail Bresling, con nuevas incorporaciones como Rosario Dawson y Luke Wilson, entre otros. Este ecléctico grupo volverá a enfrentarse a una amenaza zombie que asola el corazón de Estados Unidos, pero, sobre todo, tendrán que aprender a no tirarse los trastos a la cabeza, algo a veces más complicado que re-matar muertos vivientes. Para Ruben Fleischer, regresar a este universo zombie ha sido como volver a ver a su familia tras diez años y espera que el filme sea tan bien recibido como el primero.

–Cuando un filme funciona tan bien como «Bienvenido a Zombieland», ¿pesa mucho la responsabilidad de no defraudar a los fans?

–Esta es una película con muchos retos, pero el más importante de todos era que el guión estuviera a la altura de las circunstancias. El hecho de que la primera entrega se haya convertido en una especia de película de culto con unos fans muy acérrimos, nos ha obligado a que tengamos que estar al mismo nivel. Tanto Woody Harrelson como el resto de los actores acordaron participar en esta segunda entrega si el guión era bueno, y eso es lo que más tiempo nos ha llevado y lo que ha sido en cierta forma más engorroso. Una vez el guión estaba al nivel que todos queríamos, el resto la verdad es que ha sido muy divertido y fácil de ejecutar.

–A pesar de un guión tan medido como se supone, ¿hay espacio para la improvisación con actores de esta talla cómica?

–Por supuesto que sí. Hay momentos en el filme que son improvisados, algunos de los mejores de hecho. Un ejemplo es cuando Woody Harrelson está mirando con los binoculares a la autocaravana. Toda esa escena es improvisada, no tiene nada que ver con lo que estaba en la página escrito y resultó ser más gracioso aún. Jessie Eisenberg también es un genio improvisando.

–Tengo la sensación de que la improvisación es algo que se usa mucho más en el género de comedia que en el drama.

–Estoy de acuerdo. Mi experiencia ha sido principalmente con comedias y creo que la improvisación es un valor añadido. En dramas resulta más complicado aplicarla.

–¿Es reconfortante volver a trabajar con los mismos actores de nuevo?

–Me siento tan afortunado de poder trabajar con Jessie (Eisenberg) y con el resto de los actores... Fue como una reunión familiar. Ya se que suena un poco cliché, pero es la verdad.

–Hablemos de los zombies. ¿Son «reales» o digitales?

–En la primera entrega eran todos actores, es decir, especialistas. En esta segunda hay escenas, en particular la del «monster truck» que fueron generados por ordenador debido a problemas de seguridad. Esos camiones son gigantes y no podíamos arriesgarnos a que los arrollaran con actores de verdad, era peligroso. El estudio, además, no te lo permite.

–Los zombies han tomado una notoriedad increíble en los últimos años. ¿Qué películas son sus referentes en el subgénero?

–Me gusta mucho «28 días después» (2002), de Danny Boyle, que es un director al que siempre he admirado. Creo que esa película fue la que cambió el juego respecto a los zombies. También me gustó bastante «Amanecer de los muertos» (2004), de Zack Snyder, con ese toque de comedia.

–Desde que hizo la primera «Zombieland» han surgido series como «The Walking Dead». Ahora, el mundo zombie está hasta en la sopa. ¿Ha influido esta moda a la hora de hacer esta segunda entrega?

–No, yo he querido retomar mi filme donde lo dejé. «The Walking Dead» y todo lo demás que ha salido no me ha influido. Quizá la película «Guerra Mundial Z» ha sido bastante interesante respecto a temas de CGI (generación de imágenes en digital) para aplicar sobre todo a muchedumbres, como la escena del «monster truck» de la que hablaba con anterioridad. Pero de las otras series de zombies no me ha influido nada. De hecho nunca he visto «The Walking Dead».