Museo Reina Sofía

Cuando yugoslavia pasó del Kapital al capital

El Museo Reina Sofía exhibe por primera vez en España la obra del rompedor colectivo balcánico NSK, que hoy inaugura el Rey.

«Evento retroguardista Bautismo bajo el Triglav», Teatro de las Hermanas de Escipión Nasica (1986)
«Evento retroguardista Bautismo bajo el Triglav», Teatro de las Hermanas de Escipión Nasica (1986)larazon

El Museo Reina Sofía exhibe por primera vez en España la obra del rompedor colectivo balcánico NSK, que hoy inaugura el Rey.

No son tres letras elegidas al azar sino el nombre de un colectivo que aquí en España, tan cerca y tan lejos al mismo tiempo, nos resultará cuando menos, sorprendente. En 1984, en la Yugoslavia posterior a Tito, nace el NSK (Neue Slowenische Kunst, Nuevo Arte Esloveno), un movimiento formado por un grupo de artistas eslovenos que se aglutinaron para poner en el mapa su manera ecléctica y multidisciplinar de entender la creación artística. En España, los 80 eran tiempos y años de figuración madrileña, de colores, de rupturas y de mirar más allá de panoramas grises. En aquel país había ansias de comerse el arte y degustarlo a tragos largos, con sal y pimienta. El Museo Reina Sofía expone ahora un total de 350 obras, entre pinturas, fotografías, vídeos, póster, catálogos, revistas y vinilos en la exposición «NSK del Kapital al Capital. Neue Slowenische Kunst. Un hito de la década final de Yugoslavia», la primera retrospectiva de este rompedor grupo que llega a España y que inaugurará hoy el rey Felipe. Una colección ecléctica sobre una agrupación que también lo fue y que supone un «reto por la heterogeneidad de los elementos que presenta», según Manuel Borja-Villel, director del centro, informa Efe. Zdenka Badovinac, comisaria de esta tan heterogénea muestra se trata de «uno de los colectivos europeos más grandes de los 80», conformado por otros ya preexistentes como, entre otros, la banda de música Laibach, que alcanzó cierto éxito internacional a través de sus versiones de éxitos del pop rock occidental. Y también por IRWIN, un quinteto de artistas visuales que abogaba por el uso simultáneo de diferentes estilos, y por el Teatro de las Hermanas de Escipión Nasica.

Bauhaus y fluxus

El aglutinador de los tres grupos fue el principio estético de la retrovanguardia, que se basaba en la apropiación, bebiendo de la vanguardia rusa, de la Bauhaus y de Fluxus y renunciaba al juicio personal en favor de la noción de grupo. Formado en un momento de transición entre el desmoronamiento del socialismo yugoslavo y la paulatina entrada del capitalismo, NSK generó manifestaciones artísticas que, con su calculada y provocadora ambigüedad, criticaron y pusieron de manifiesto las contradicciones y debilidades de los sistemas sociales durante los años finales de la Guerra Fría. El grupo se anticipó, también, a los «peligros inherentes» a la emergencia del nuevo orden mundial, en el que el capitalismo parecía convertirse en «una especia de nuevo totalitarismo tecnológico».

«NSK del Kapital al Capital» arranca con una sala dedicada al colectivo de forma global, mostrando elementos comunes de su organización, como su bandera, el escudo que representaba su identidad o los pasaportes que expide Estado NSK en el Tiempo, una «nación virtual sin territorio físico» que fundaron en 1992. Esta primera zona también recoge el proyecto Kapital, creado a principio de los 90 y que se remonta a lo que el colectivo había proclamado «a toda voz» a principios de los 80: el hundimiento del socialismo y el inicio del capitalismo. El resto de las salas están dedicadas, individualmente, a los tres principales gérmenes de NSK. En «Laibach» se aborda el trabajo de esa banda formada en 1980 en la ciudad industrial de Trbovlje para pasar después a mostrar la producción colectiva de los pintores de IRWIN (Dusan Mandic, Miran Mohar, Andrej Savski, Roman Uranjek y Borut Vogelnik), que se unieron en 1983 para usar de manera simultánea estilos diversos, y a menudo, contradictorios.